El bovarismo perredeísta
Por: Mayobanex De Jesús Laurens
Se hace difícil determinar quién tiene un poco de cordura. La magnitud de las expresiones refleja un deslenguamiento inusitado en personas que uno entendía con ciertos niveles de inteligencia y prudencia.
“El gobierno compró las elecciones”, manifestación frustratoria en un mes de mayo que adelanta el caliente del verano, pero que ni las fuertes lluvias logran apaciguar el calor de una campaña que trajo consigo una derrota muy dolorosa para los perredeístas.
“Destinaron cientos de millones de pesos para comprar a su militancia unas 300 mil cédulas”, es otra expresión de impotencia ante resultados que ellos conocían, pero que se hicieron los necios y motivaron a sus adeptos a creer lo imposible, por lo que ahora no encuentran justificación para ocultar su herrada estrategia puesta en marcha a lo largo de toda la campaña electoral.
“El Estado derrotó a Miguel Vargas”, queriendo hacer alusión a la frase de un precandidato de las pasadas primarias internas del PLD, pretendiendo con ello ocultar el desbordamiento de los recursos de los ayuntamientos que controlan a favor de su candidato presidencial. Y si hubieran estado en el poder, lo habrían quebrado con tal de imponerlo, tal como sucedió en el 2004.
Es mejor ocultar los errores y los cuestionamientos internos, dando tiempo al tiempo para que la militancia olvide y se conforme con las frases consoladoras y engañosas. Esa es la nueva estrategia de la alta dirigencia del PRD.
Discurso para los idiotas. Historias convertidas en fábulas. Declaraciones para hipnotizar a los tontos. Palabras descompuestas para alimentar el lenguaje belicista de un partido que se resguarda en la guapeza, pero que en dos elecciones consecutivas solamente ha bastado el primer boletín del organismo electoral para colgar los guantes.
Crearon la ficción en sus partidarios haciéndoles creer que eran gobierno seguro. Tenían repartidos los cargos desde inicio del año. Entendían que los pueblos olvidan rápido y vendieron la falsa ilusión de que los morados se iban de verdad.
Los sicólogos llaman bovarismo al estado de insatisfacción crónica de una persona, producido por el contraste ente sus ilusiones y aspiraciones, desproporcionadas respecto a sus propias posibilidades, y la realidad que suele frustrarlas. El bovarismo procede de la famosa novela “Madame Bovary”, publicada en 1857, del francés Gustave Flaubert, que presenta a su protagonista, Emma Bovary, como el prototipo de la insatisfacción.
Los perredeístas están sufriendo en estos días de un “bovarismo crónico” como resultado de las frustraciones emanadas del pasado proceso electoral y la contundente victoria electoral en primera vuelta del doctor Leonel Fernández Reyna.
2008-06-02 03:30:33