La publicidad y el marketing político son herramientas muy importantes para los gobiernos. Sí, señor. Ello es tan así, que los gobiernos destinan mucho dinero en el uso de dichas herramientas.
Es que un pensador antiguo afirmó que «gobernar es hacer creer», es decir, convencer a la gente.
Por lo pronto, hay quieres entienden que la propaganda política que existe detrás de la publicidad oficial puede hacer maravillas. En ese sentido, lo que es malo se transforma en bueno y lo bueno «en buenísimo».
Por eso, los gobiernos contratan a expertos de gran reputación en el campo de la publicidad y el marketing político, «a los fines» de que mejoren su imagen. ¿Es la mentira sofisticada?
Que nadie dude que con «el sofisma» se puede engañar a muchos incautos. Pero también se ha observado, que en la medida que cae la popularidad de un gobierno, aumenta el uso de las herramientas propagandisticas por parte del mismo.
La fórmula es: a menor popularidad, mayor uso de la publicidad y el marketing político. Entonces, ¿es el derecho a la defensa? Así es, porque los gobiernos por malos que sean tienen derecho a tratar de convencer a la gente de que son mejores de lo que realmente son. Sí señor!!!
José Gell, politólogo.