EL TIRO RÁPIDO
de
Mario Rivadulla
Miércoles 13/08/2008
El Tiro Rápido de hoy está marcado por la repugnancia, la indignación, la preocupación y la impotencia y exige pedir excusas y licencia por adelantado a los amigos televidentes por el lenguaje crudo que vamos a utilizar.
Hoy, a instancias del también indignado email de una joven amiga, accedimos a un video que está rodando por el Internet a ojos del mundo entero. En las cuatro escenas que fue el máximo que pudimos tolerar, aparece lo siguiente: En la primera, dos niñitas de apenas de cinco a seis años, que bien pudieran ser dominicanas, aparecen junto a un degenerado sexual de rostro no identificado pero de clara habla hispana.
Una de las niñas aparece manipulando el sexo del corruptor. La segunda escena, nos presenta a la otra niña practicándole el sexo oral. En la tercera, el pervertido le practica estimulación vaginal con un artefacto a una de las menores, y en la cuarta, última que pudimos soportar llenos de asco, realiza el sexo anal con una de las menores en cuestión.
En las dos primeras escenas en que se aprecian los rostros de las infelices menores, éstas aparecen mirando hacia la cámara que filma tan repugnantes vistas, seguramente a instancias del degenerado que la maneja, con ojos llenos de asombro.
De entrada, le pedimos a nuestros televidentes excusas y licencias que ahora reiteramos. Pensamos mucho antes de utilizar este lenguaje tan crudo y explícito, al que apelamos como reclamo de alerta tanto como desahogo emocional por estas escenas que nos impactaron fuertemente y nos llevaron hasta el punto de llegar a sentir el primitivo deseos de acabar con la vida de los responsables de esta canallada.
Lo consideramos necesario para reflejar en toda su magnitud uno de los más graves problemas que estamos confrontando en la sociedad dominicana, como es por un lado la frecuente violación sexual de menores de edad, las más de las veces por personas de su propio entorno familiar o muy cercano a éste, y por otro, el empleo, también frecuente, de niñas y niños para la filmación de películas pornográficas que después son vendidas en el extranjero para disfrute de pervertidos y degenerados sexuales.
En cuanto a lo primero, la propia Fiscalía del Distrito Nacional revela que la mayor parte de los expedientes por abuso sexual, corresponden a menores. Muchos de estos casos jamás llegan a juicio, porque los pervertidores mediante una compensación económica, logran que los padres o tutores de las infortunadas víctimas, retiren la denuncia. De ese modo, su delito queda impune y en capacidad de seguir cometiendo fechorías similares, que en no pocos casos terminan con la muerte del menor abusado.
En cuanto a lo segundo, se tiene la convicción, en algunas oportunidades confirmada por las autoridades al apresar a los responsables, de que extranjeros indeseables, por lo general disfrazados de turistas, en complicidad con dominicanos que no les quedan a la zaga en cuanto a perversión, emplean a menores como protagonistas de películas de sexo. Esta situación se ha dado en más de una ocasión, sobre todo en las playas de Boca Chica, aunque no como sitio exclusivo.
Ciertamente esta degradante situación obedece a la concurrencia de diversos factores, entre otros: la paternidad y maternidad irresponsables, la disgregación familiar, la ausencia de principios y de valores morales, la incultura, la pobreza cuando no la miseria extrema de unos y la total falta de escrúpulos y desvergonzado afán de lucro de quienes se aprovechan de estos circunstancias para explotar tan sucio y repugnante negocio. Pero también, hay que significarlo, de la falta de atención de las autoridades, cuando no la complicidad de algunos de sus miembros, para tolerar esta clase de indignidad.
¡Que Dios los perdone, porque en la conciencia terrenal es difícil que puedan encontrar redención para tanta infamia!
2008-08-15 00:32:44