Opiniones

EL TIRO RÁPIDO

EL TIRO RÁPIDO



De



Mario Rivadulla



Viernes 15/08/2008.

Si la pasada semana la actualidad noticiosa estuvo focalizada en la estremecedora matanza que tuvo como escenario Ojo de Agua, cerca de Paya, en la provincia de Peravia, donde 7 personas de los cuales 6 extranjeros, vinculadas al narcotráfico, fueron ejecutadas en una aparente operación de tumbe o de ajuste de cuentas, la de la presente semana giró en torno a las graves denuncias sobre implicación en dicha actividad criminal de agentes uniformados y autoridades fiscales por parte del Senador de esa Provincia, Wilton Guerrero.

Las incriminaciones hechas públicas por el Legislador Peledeísta y sostenidas con mayor amplitud en el cuerpo cameral al que pertenece, y posteriormente ante los altos mandos policiales y militares así como del DNI, permitieron conocer que ya desde una época tan remota como desde el año 2004, Guerrero ven+á denunciando la proliferación del narcotráfico en su Provincia ante distintas instancias oficiales, sin recibir respuesta a sus reclamos ni menos aún, acciones encaminadas a frenar esa situación.

La gravedad de las revelaciones del Senador banilejo, motivaron el nombramiento de una comisión investigadora del alto nivel, por parte del Presidente Leonel Fernández. Sus integrantes han estado recabando informaciones y pistas, inclusive la opinión de diferentes ciudadanos en la propia ciudad de Baní.



Se espera que el informe de la comisión contribuya a arrojar mayor luz sobre todo lo que ha venido ocurriendo en esa Provincia, que según algunas versiones, era utilizada como almacén de acopio para importantes cargamentos de drogas, así como determinar los posibles y presuntos grados de complicidad de las diferentes autoridades locales.

En tanto Guerrero ha recibido el respaldo de sus colegas de hemiciclo sin distingos partidarios y el presidente del Senado, Reinaldo Pared Pérez, al elogiar su coraje, informa que la Alta Cámara ha tomado a cargo garantizar su seguridad personal y la de su familia, todavía los cuerpos de investigación no parecen disponer de pistas que conduzcan al apresamiento de los autores del múltiple crimen, quienes siguen desaparecidos con alegadamente el cargamento de mil 200 kilos de cocaína que habría sido el motivo de la matanza.

Sin embargo, este caso, tanto por sus características estremecedoras pero sobre todo por las revelaciones y denuncias del senador Guerrero, ha servido de detonante para traer el tema del narcotráfico y todas sus graves implicaciones a la actualidad y  generar  un marcado interés en torno a su importancia y la necesidad de emprender acciones enérgicas y sostenidas que le pongan freno.

El diputado Pelegrín Castillo, antiguo y tenaz cruzado contra el flagelo que representa el comercio de estupefacientes, advierte que los ya precarios niveles de seguridad ciudadana, corren riesgo de deteriorarse más aún, si el gobierno no pone especial empeño en garantizar la integridad de nuestras fronteras por tierra, mar y aire. Obviamente, para lograrlo, será necesario disponer de recursos operativos de que ahora mismo carecemos. Se rumora que en la Embajada de los Estados Unidos ha creado escozor y disgusto, declaraciones hechas por el Secretario Administrativo de la Presidencia, Luis Manuel Bonetti, quejándose que el gobierno del poderoso vecino, hacia el cual va destinada gran parte de la droga que transita por el corredor dominicano, no ha facilitado a nuestras autoridades los recursos de que carecemos para hacer un trabajo efectivo en la lucha contra el narcotráfico. Sin embargo, a Bonetti le asiste toda la razón.

Precisamente, el Presidente de la Dirección Nacional de Control de Drogas, Rafael Ramírez Ferreira, a quien se le reconoce estar haciendo una labor muy efectiva al frente a ese organismo pese a trabajar a mano pelada, ha planteado la necesidad de crear un Plan Caribe, teniendo como eje central a República Dominicana, que nos permita recibir del exterior, principalmente de los Estados Unidos y la Unión Europea, los medios necesarios para adquirir las lanchas rápidas, aviones interceptores, helicópteros de vigilancia y radares de detección, indispensables para hacer frente a los poderosos carteles de la droga.

Más que disgusto, lo deseable sería que las autoridades de nuestro principal socio comercial, nos facilitara esos medios de prevención y lucha contra el narcotráfico, más por su propio interés que por el nuestro. Pero si no lo hiciesen, no nos quedará más remedio que defendernos con nuestras propias uñas y dientes, ante el temor y la posibilidad de terminar convertidos en una narcorepública.

2008-08-15 14:54:07