EL TIRO RÁPIDO
De
Mario Rivadulla
Martes 19/08/2008.
Independientemente de los méritos que dentro del ámbito de su provincia asistan a las graves denuncias formuladas por el Senador de Peravia, Wilton Guerrero, las mismas han tenido la virtud principal de servir de detonante para despertar la conciencia de la sociedad dominicana sobre la gravedad del narcotráfico internacional y el consumo local.
Por años y a lo largo de distintos gobiernos, pareció que estábamos predicando en el desierto las escasas voces que veníamos alertando de manera reiterada sobre los peligros que encerraba para el país el haber sido convertido por los carteles de la droga en corredor para el envío masivo de droga hacia el mercado norteamericano y más recientemente a Europa, entre dichas voces la del propio Senador Guerrero y con singular persistencia, la del doctor “Vincho” Castillo. En todo ese tiempo no se halló el necesario eco ni en las autoridades ni en el pleno de la sociedad donde ya comenzaba a penetrar con fuerza, empeñada en vivir de espaldas a tan penosa realidad. Ni siquiera una matanza similar a la ocurrida en Baní, que tuvo como escenario a Navarrete en años recientes, donde fueron ejecutadas siete personas con alegados fuertes vínculos con el negocio de las drogas, hizo despertar de su letargo la sensibilidad ciudadana.
Hoy esa situación parece haber cambiado a partir de los sangrientos acontecimientos registrados tres semanas atrás en la Provincia Peravia. Más que el dramático hecho en sí, con el fuerte impacto estremecedor que provocó en la ciudadanía, han sido las denuncias del legislador oficialista las que han mantenido vivo el interés, tanto en este caso, donde aún no han sido apresados los autores de la múltiple ejecución ni hallados los mil 200 kilos de cocaína que alegadamente se llevaron y fueron eje del crimen, como los riesgos que comportan el tráfico internacional a través de nuestro territorio y el consumo creciente de drogas en el plano local.
Voces autorizadas de la Iglesia, que desde mucho antes ha mantenido una actitud de denuncia y alerta sobre esta grave problemática, se han dejado sentir nuevamente para reclamar acciones enérgicas a fin hacer frente a los carteles de la droga, al tiempo de llamar la atención sobre la complicidad de algunas autoridades y sectores poderosos con esta actividad criminal. Tales las declaraciones de los respetados Obispo Francisco José Arnaiz y Ramón de la Rosa y Carpio. A ellas, se une ahora la del Cardenal López Rodríguez, quien a su regreso al país después de haber participado en una Conferencia Episcopal en Ecuador, urge al gobierno para adquirir los aviones Súper Tucanos y cuantos más equipos sean necesarios para enfrentar este flagelo cuanto antes, con mayor efectividad, con nuestros propios recursos y propio interés de preservación.
Justo resaltar el trabajo de muchos curas barriales, ministros de otras religiones, activistas sociales y líderes comunitarios e instituciones como Hogar Crea y Casa Abierta que, día trás día, enfrentan en sus diócesis, vecindarios y campos de acción a los micro traficantes arriesgando su seguridad y su vida, y orientando sobre todo a la juventud para mantenerse alejada de ésta y otras actividades ilícitas así como reconocer a aquellas autoridades que no se han dejado corromper ni sobornar por los cuantiosos recursos de que dispone el narco para sumar complicidades.
De destacar las oportunas advertencias del Presidente de la Suprema Corte de Justicia, Jorge Subero Isa, quien al igual que el Cardenal López Rodríguez, señala que para poder combatir con éxito al narcotráfico es necesario dotar a los organismos antidrogas de los suficientes recursos técnicos, económicos y humanos, recordando además que los narcotraficantes “ni duermen, ni toman vacaciones”.
Satisface que así como el Senado, sin distingos partidarios, ha respaldado a Guerrero y servido de caja de resonancia a sus denuncias, personeros de los distintos litorales políticos estén también asumiendo posiciones coincidentes sobre los peligros ciertos que para el país representa el problema de las drogas.
Es un tema al que hasta ahora se habían mostrado indiferentes, que no era mencionado como prioridad en los programas de los partidos, ni figuraba como revelante en los discursos de campaña.
Alientan igualmente las categóricas manifestaciones de los mandos militares, asegurando que no permitirán que elementos vinculados al narcotráfico permanezcan en las filas de los distintos institutos armados. Sus promesas entrañan un firme compromiso de cumplimiento sin timideces ni privilegios.
Finalmente, que el Presidente Leonel Fernández lo haya incluido en la variada temática de su discurso ante la Asamblea Nacional el pasado 16 de Agosto al reiterar la política de “cero tolerancia” con las drogas que mantendrá durante su próxima gestión de gobierno. De esperar que toda esta coincidencia de pronunciamientos se transforme en una misma voluntad a fin de emprender una gran cruzada nacional para enfrentar y derrotar el narcotráfico internacional y el microtráfico doméstico o al menos, reducir su campo de acción a la mínima expresión. El precio de no hacerlo será tan elevado que tendremos que pagarlo con lágrimas de sangre.
2008-08-20 17:01:46