Narciso Isa Conde: A propósito del Proyecto Endógeno de Viviendas de Bonao, donado por el presidente Chávez
Una significativa diferencia con algunos camaradas y una condena categórica a las maledicencias.
Al tiempo de reafirmar que ni quien suscribe esta declaración ni los equipos de coordinación y promoción del Proyecto Nueva Izquierda-Círculos Caamañistas, hemos tenido responsabilidad en las decisiones administrativas, procedimientos, formaciones de equipos de seguimientos, confecciones de normas para las asignaciones y elaboración de la lista de los(as) preseleccionados…relacionadas con la construcción de la Villa Simón Bolívar de Bonao, deseo hacer de público conocimiento lo siguiente:
- Es claro que no me considero, en consecuencia, sujeto y/o protagonista de los méritos, ni tampoco de los errores dentro de ese proceso, mucho menos responsable de la crisis que actualmente afecta ese encomiable proyecto comunitario. Mi papel se limitó a favorecer y sugerir que dentro del programa solidario de Venezuela se incluyera esa comunidad gravemente golpeada por las inundaciones.
- Los(as) camaradas pertenecientes a Proyecto Nueva Izquierda-Círculos Caamañistas, que a través de organizaciones sociales de Bonao y de su representación en el Consejo de Desarrollo de la Provincia, y que junto al camarada Fernando Peña (que en su condición de profesor del Centro Regional Universitario de la UASD los acompañó y asesoró), se involucraron en esas vertientes de ese proyecto por decisiones particulares e inconsultas, y traspasando los límites de solidaridad política inicial respecto a esa iniciativa venezolana, adentrándose progresivamente en mecanismos de ejecución y decisión no previsto por nuestra organización.
Así las cosas, se crearon situaciones de hecho que fueron conocidas tardíamente por nosotros/as y que dieron lugar a sucesivas objeciones de mi parte y de otros(as) compañeros, como también a sugerencias y recomendaciones que lamentablemente no fueron atendidas ni asumidas por esos camaradas. El camarada Fernando Peña persistió en su idea y se consagró a ejecutarla en forma apasionada.
- En ese temor se cometieron significativos errores, se dieron pasos imprudentes y se asumieron roles inapropiados y relacionamientos políticos no convenientes en mecanismos junto a autoridades de la provincia y dirigentes del partido de gobierno; aun fuera con la sana intención de contrarrestar las tendencias negativas y las prácticas clientelistas provenientes de representantes de sectores de la partidocracia tradicional, de la esfera gubernamental y de las fuerzas conservadoras perteneciente al Consejo de Desarrollo Provincial. Suplantaron, además, el rol de las organizaciones sociales y del pueblo afectado, y en el caso de Fernando (sin ser de esa localidad) se colocó como dirigente político al frente de la ejecución del referido proyecto junto al Gobernador y al Senador provincial, con el consiguiente perjuicio.
No estoy haciendo cuestionamientos a la moral personal de esos/as camaradas, mucho menos insinuando corrupción o alianza mafiosas con sectores del oficialismo, como perversamente han divulgado por todas las vías a su alcance aquellos seudo-izquierdistas que de la peor manera han desatado sus mezquinas pasiones sectarias, sin reparar en utilizar con esos fines elementos muy cuestionables, acusaciones infames y presiones de sectores del gobierno central interesados en apropiarse del proyecto para repartirlo a su antojo.
En el caso de nuestros camaradas de Bonao y de Fernando Peña en particular se trata de errores políticos, de su innecesaria participación en mecanismos con figuras vulnerables, de su involucramiento sobredimensionado en funciones que no le corresponden y que a la larga resultanon perjudiciales en términos de imagen, así como de la asunción de decisiones de por sí controversiales (por insuficiente frente a las demandas), las cuales facilitaron los propósitos de nuestros adversarios convertidos en calumniadores profesionales.
- A esa secuencia de errores se le agregó aceptar la trampa tendida por los calumniadores en el supuesto “debate” desarrollado en “El Gobierno de la Mañana” de la Z-101, que terminó en un espectáculo grotesco, en el que nuestros estimados compañeros se prestaron a hacerle el juego a la provocación, compartiendo una guerra de diatribas, impropia de todo aquel que se considere de izquierda.
- Otro error grande cometido por nuestros circulistas de Bonao y por Fernando fue haber aceptado la incitación a ocupar las casas del proyecto por las personas preseleccionadas, sin que se hubiera cumplido el proceso y sin la aprobación de la parte venezolana. Esa iniciativa aventurera del Gobernador Provincial jamás debió ser aceptada por nuestros compañeros. Ella contribuyó a aumentar la confusión y a hacer vulnerable hasta las buenas decisiones.
Esta ocupación fue provocada por las amenazas de otras ocupaciones provenientes el sector provocador que nada había hecho por ese proyecto y que se lo quería arrebatar a sus propulsores después de ponerse de acuerdo con la cúpula del gobierno. Pero aun así resulta injustificable y afecta la imagen de sus defensores.
Es cierto que la ocupación se hizo con las personas pre-seleccionadas de acuerdo a normas adecuadas ajenas al clientelismo oficial, aunque con defectos menores. Es realmente mentira que los(as) ocupantes son “turbas peledeistas”, aunque esa imagen se vendió y creció.
Pero de todas maneras la ocupación se revirtió contra los que la apoyaron y en verdad era totalmente innecesaria si se tiene en cuenta que la gobernación provincial y el Consejo de Desarrollo cuentan con los medios necesarios para proteger ese proyecto y otros de viviendas de las invasiones espurias.
- Esos camaradas, que lamentablemente actuaron por cuenta propia y con pronunciada soberbia, cayeron en un “gancho” políticamente costoso para nuestro proyecto político; y ellos(as), solo ellos(as), deben cargar con esa responsabilidad política y con esos desaciertos.
Este sentido de justicia en la necesaria valoración crítica de esos hechos, no me impide a la vez expresar mi indignación cuando a Fernando Peña y a otros camaradas, que nunca en su vida se han robado lo ajeno y que la han dedicado a luchar por el pueblo, personas mediocres, cargadas de un odio auto-inoculado, los esté acusando de ser vulgares ladrones.
Una cosa no debe confundirse con la otra. Es de gente muy baja hacer acusaciones morales de este tipo y empeñarse en hacerle extensiva a la Nueva Izquierda-Círculos Caamañista y a mi persona, que somos la organización mas enfrentada al gobierno y al sistema vigente.
Hacerlo además en mi contra, cuando saben que el plan para asesinarme está en su más alta expresión (con participación del gobierno de Colombia, de la CIA y de funcionarios civiles y militares del gobierno) denota una maldad poco común, realmente despreciable y no digerible por el pueblo que bien me conoce.
Narciso Isa Conde
2008-09-16 20:51:10