R. D., Un País administrado al Revés, Doce Razones

Por Ángel Benítez

Lo primero es como dice el dicho popular: “se pone candado después, que se ha robado” cuando debiera ser lo contrario.

Desde que tengo uso de razón no he conocido gobierno alguno hasta la fecha que verdaderamente se preocupar en serio en lo referente a la salud, alimentación, y educación de los más necesitados.

Si no más bien que los gobernantes y su colaboradores, solamente se han preocupado por sí mismo. En todo lo que tengo de vida, eso lo he vivido en carne propia.

La realidad más cruda es cuando se presenta el tiempo de proselitísmo político, donde se hacen cientos de compromisos, promesas que ponen a soñar a cualquier tonto, y cuando se logran los objetivos anhelados todo se olvida, entonces el pueblo, mas necesitado vuelve a la realidad.

Otra realidad, es cuando se le asigna una obra de interés público con o sin concurso a una compañía constructora la cual a veces está sobre valuada por la componenda que se da con funcionarios gubernamentales. No conforme con ésto toman el avance de la misma, y apenas la comienzan se la devuelven al Estado, se quedan con el dinero de nosotros los contribuyentes. El gobierno tiene que hacerse cargo de la misma y nada le pasó a los dueños de ésta compañía.

En otras ocasiones presentan un presupuesto abultado, realizan la obra con un material de mala calidad, y al poco tiempo de haber entregado la obra supuestamente terminada, a la Secretaría responsable de recibirla se comienza a destruir la obra recién inaugurada. Los responsables no responden por los vicios de construcción. Nada pasa y de eso no se habla jamás, ¿será que no existe justicia para los ricos?

Debo mencionar por deber ciudadano de como se deterioran las infraestructuras del Estado por falta de mantenimiento a las mismas. Lo mismo sucede con las oficinas recaudadoras de impuestos, en muchos casos, se encuentran casi totalmente destruidas, y nadie se preocupa por ellas.

Instituciones de socorro como los cuerpos de Bomberos; Cruz Roja Dominicana; Defensa Civil; entre otras, se puede ver, y escuchar el grito de los incuventes de estas instituciones de casi todas las provincias del país, con el grito al cielo, y no es que sean alarmistas, es la realidad de la mayoría; por no decir, que todos carecen de los equipos necesarios para ir en auxilio de los que se encuentran en peligro de muerte, solo basta visitar algunas de las provincias para darse cuenta de esta situación.

El no mencionar los municipios de nuestro país, es algo que no me lo perdonarían ustedes, éstos son dirigidos por los conocidos síndicos o alcaldes de la ciudad; aquí si es verdad que el gas pela, estos señores reciben buenos presupuestos de parte del Estado, dinero que es de nosotros los contribuyentes, nunca recogen ni tan siquiera la basura y los desechos sólidos de las calles, avenidas y callejones de su demarcación, pero, siempre viven diciendo que el dinero no les alcanza, sin embargo, el estilo de vida de ellos y los suyos contradice mucho de lo expresado.

La respuesta más usada por estos inconvenientes, es que el dinero asignado por el gobierno en el presupuesto, no les alcanza para hacer más de lo que están realizando; sin embargo, en muchos de los casos su estilo de vida deja mucho que decir.

Por otro lado nos referimos al costo tan elevado de la tarifa del peaje que se le cobra a los contribuyentes esto es para sorprenderse ya que es mucho lo que el Estado cobra es poco lo que se le devuelve a la población en bienes y servicios ya que se puede notar por todos lados, el total abandono en que se encuentran las calles, autopistas y avenidas del país en toda la geografía nacional, problemas tales como: falta de bacheo, falta de señalización en todo el sentido de la palabra, limpieza en los laterales de la autopistas, falta de acondicionamiento y recogida de desechos sólidos; porque al encontrarse en esta condición las carreteras y las autopistas del país; son muy propicias para crear accidentes de transito lamentables poniendo en peligro nuestras vidas y las de los demás.

Porque estos lamentables casos, en su mayoría, no son solucionados, ni siquiera en parte por nuestras autoridades.