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Santo Domingo, 18 may (Prensa Latina) El periodista dominicano Nelson Encarnación criticó hoy los intentos de exclusión de Cuba, Venezuela y Nicaragua, por Estados Unidos, de la Cumbre de las Américas a desarrollarse en esa nación en junio próximo.
En un artículo publicado en el diario El Caribe, el comunicador escribió: El gobierno norteamericano enfrenta un posible boicot a la próxima Cumbre debido al carácter sectario que la administración de Joe Biden, pretende imprimir al evento hemisférico».
El caso es que la intención de Washington de excluir de la convocatoria a Cuba, Nicaragua y Venezuela desató la reacción de México, cuyo presidente, Andrés Manuel López Obrador, advirtió que no asistirá, e igual que el de Bolivia, Luis Arce, y Argentina protestó por esa segregación antidemocrática, la cual marca una tremenda incoherencia, agregó.
Ahora, señaló, la reacción que marcó el punto de quiebre la tuvo la Comunidad de Estados del Caribe (Caricom), al adelantar que sus gobernantes no acudirán a la dichosa reunión si el gobierno norteamericano persiste en su determinación de no invitar las tres naciones mencionadas.
“Pero algo más: tampoco asistirán si la nación del norte pretende invitar al encuentro a Juan Guaidó, un payaso y delincuente a quien la Casa Blanca reconoce como presidente encargado de Venezuela, a sabiendas de que este sujeto no preside ni su propia casa”, señaló.
Encarnación escribió que los caribeños fijaron su firme posición ante Biden en el sentido de que la Cumbre es un cónclave hemisférico y no una propiedad de Estados Unidos, cuyo papel -como ha correspondido a otros países-, es de simple organizador, por lo cual carece de facultad de decidir quién participa y quién no.
El periodista consideró que la posible ausencia de gobernantes de México, Bolivia y los miembros del Caricom, más las exclusiones que pretende Washington, reduciría el cónclave a la mitad de la comunidad hemisférica, un eventual desastre para la política exterior estadounidense, derivado de su proverbial arrogancia.
El continente somos todos y nadie tiene derecho a discriminar bajo el manido pretexto de defender la democracia, concluyó.
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