Opiniones

EL TIRO RAPIDO

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De



Mario Rivadulla

El Consejo Nacional de la Empresa Privada, màs conocido por sus siglas de CONEP, llevò a cabo al mediodìa de hoy un interesante encuentro con redactores econòmicos y directores de medios de comunicación para dar a conocer y promover la divulgación de un Plan Integral a fin de superar los problemas que de antaño vienen afectando el servicio energètico nacional y lograr en el mediano plazo, que el mismo pueda alcanzar los niveles de sostenibilidad y eficiencia requeridos.

El estudio que sirve de base a este Plan fue contratado mediante licitaciòn por el CONEP y quedò a cargo del experimentado experto internacional Daniel Gustavo Llarens, de nacionalidad argentina, quien por espacio de varios meses llevò a cabo una extensa indagatoria de las condiciones y caracterìsticas del servicio elèctrico en nuestro paìs.

Los resultados de la investigación llevada a cabo en esta oportunidad tanto como sus conclusiones vienen a ser muy similares a los arrojados por otros estudios previos que a lo largo del tiempo, especialmente en los años màs recientes, han sido efectuados por diversos especialistas de diferentes nacionalidades, duchos en la materia.  Esa coincidencia, sin embargo, no le resta valor al trabajo minucioso realizado por el señor Llarens.  Antes al contrario, viene a ser confirmatoria y darle mayor fuerza a una realidad que en diversas oportunidades hemos sostenido en este espacio. Esto es: que en tanto no tengamos un sistema energètico autofinanciable, tendremos que seguir soportando un servicio irregular, ineficiente, caro y con frecuentes, irritantes y perjudiciales apagones.

En el estudio que comentamos se establece que el cincuenta porciento de la energìa que sirve el sistema elèctrico dominicano no es facturado.  Esto asì, por cuanto un 15 porciento es reportado como pèrdida tècnica: es energìa que se dilapida debido a las defectuosas condiciones de las redes de transmisión, en tanto el otro 35 porciento corresponde a consumidores que se roban la electricidad, muchos de los cuales figuran en el sector de màs altos ingresos que son, por tanto, tambièn los que gastan màs luz.  Este es el origen y la causa principal del sistema elèctrico que padecemos. Hay que decir por lo claro que mientras esto siga ocurriendo de manera impune no habrà soluciòn energètica en el paìs.

Como advertimos antes el estudio presentado por el CONEP al mediodìa de hoy, no resulta novedoso cuando llega a la misma conclusión.  Pero sì, en cambio, vale resaltar en primer tèrmino el interès del sector empresarial,  fuertemente golpeado por la crisis elèctrica que aumenta sus costos y le resta competitividad, en enfocar el problema y aportar una serie de ideas y sugerencias, algunas controversiales como es la reprivatización de las distribuidoras en base a la amarga experiencia de Uniòn Fenoa,  pero que pueden servir de base de discusión para elaborar una estrategia de acciòn en la cual estarìa tambièn directamente involucrado el propio sector privado. Y en segundo lugar, en reclamar de las autoridades la aplicación efectiva de la ley que criminaliza el robo de energìa, comenzando por los propios grandes evasores varios de los cuales pudieran pertenecer al mismo sector que representa.

Ciertamente y asì se hizo constar en el encuentro sostenido este mediodìa al que hacemos referencia, hasta ahora por razones populistas en unos casos y por irritantes privilegios en otros, no se han aplicado sanciones a quienes se roban la luz. Y conste que en no pocos casos estamos en presencia de fraudes cuantiosìsimos.  En tanto esta situación persista, tendremos que resignarnos a seguir viviendo a media luz, como hasta ahora. Y tendremos que padecer tambièn tanto los llamados contratos leoninos, porque a fin de cuentas nadie viene a invertir su dinero en un mercado donde la mitad de la energìa no se cobra y de que los atrasos en los aportes por parte del Estado nunca son pagados a vencimiento y alcanzan a sumas multimillonarias, sin exigir las màximas condiciones, inclusive abusivas,  para garantizar su inversiòn, tanto como el hecho de que el gobierno no dispone de recursos para subsidiar de manera indefinida el servicio en la cuantìa que lo ha venido haciendo. Obvio que ningùn sistema elèctrico  puede sostenerse de manera eficiente en el tiempo sobre esas bases tan precarias.

Ocioso resaltar que para aplicar la ley que penaliza el robo de energìa hace falta una fuerte voluntad polìtica, que ha estado ausente por màs de cuatro dècadas en todos los gobiernos.  A juicio del CONEP esta situación puede variar si se produce una fuerte presiòn sobre las autoridades, tanto en el plano social como por parte de los sectores productivos para hacer cumplir la ley que castiga el fraude elèctrico.  Es posible que asì sea.  Con intentarlo, nada se pierde.  Como sì se pierde de manera inexorable es manteniendo la insostenible situación actual.  Porque reiteremos por lo claro para que nadie se llame a engaño: el mundo moderno vive y se mueve a base de energìa,  y en tanto no dispongamos de un servicio energètico eficiente, estable, confiable y econòmico hablar de progreso y bienestar no pasarà de ser pura palabrerìa.

2008-11-05 14:37:26