Opiniones

EL GRITO DE CHU

                       EL  GRITO  DE  CHU

Por

Reynaldo  Hernández  Rosa

El  espigado y millonario  senador  por Maria Trinidad Sánchez,  en sus errantes  correrías  en  busca  de la  secretaría general  del  Partido  Revolucionario Dominicano y convencido   de que no logrará retener  la curul, se  destapa  con  alegres y  escatológicas declaraciones  a los medios  escritos.

El  hoy  crítico  feroz y  censor  implacable cuestiona los  numerosos  hechos  delictivos  que dentro del sub mundo de las  drogas se vienen  observando, empero  elude  las  compuertas  que  abrió  el  desgobierno  del  PPH, donde  éste  fue  una  figura  de primer orden.

El  legislador, al  parecer  propietario  de  una  demencia  propia de los acéfalos,  se despacha  con la aridez de su  dicción y la rispidez  en la elocuencia,  cuando  califica  a la nación  como  un  Estado  del  narco.

El  exaltado  vocinglero congresual  quizás  fuera de la jurisdicción del  tino, talvez,   dado  su  renovado  fuero revolucionario, olvida  los entuertos  que  en   materia  de  drogas protagonizaron  figuras  entronizadas  en el mismo  Palacio  Nacional   en  su  gobierno.

El  cuatro  veces legislador, arguciero y  sofístico,  de cuyos   triunfos preñados  de  aviesas  irregularidades,  hoy,  queriéndose  vender  como  un  paradigma  de los  reclamos  colectivos, no obstante,  al parecer  las  conexiones  de  personajes de  Nagua  en  el  alijo más  grande  incautado por la DEA y la  DNCD, de cuya  cercanía con el  PPH era  harto  conocida  por  éste y  que  en la fecha  guardan  prisión Estados Unidos y no por  cocos.

El obcecado  senador  con  su  rancia  capilla  de  vocingleros  periodistas,  todos,   siempre  en nómina  en su abultada  cuenta  que  a  través  de  ongs  fantasmas sostiene, ahora  despierta  de la ceguera que mantuvo  cuando   estuvo  cerca  del olor  pútrido  de las  alcántarillas  del  poder   en el  desgobierno  del    atípico  de Mejía.

Hoy,  consciente  de la  ruina  electoral que le viene,  sale  al ruedo   con  teorías  apocalípticas, por  cierto  mal hilvanadas, con  aseveraciones que no debería  ni por  asomo   tocar, como  es lo  referente al  narcotráfico.

Al  menos,   sueña  el  senador  por  Nagua, que  aún  el  océano  de  ignaros  seguirán  financiándole con  los  votos  sus  apetitos  mercantiles,   de  cuya  butaca   en el cabaret  congresional ha hecho  todo  un filón , gracias    a los pendejos sufragantes.

Con  este  grito,  el  Chu  se  quedó en el pozo sin fondo de la irracionalidad, sino  esperemos, esperemos.

2008-11-24 19:41:24