Opiniones

EL TIRO RAPIDO

EL TIRO RAPIDO

De

Mario Rivadulla 

 

A nuestro juicio estuvo justificada la disposición de la Secretaría de Interior y Policía de prohibir el porte de armas durante el mes de Diciembre, como plan piloto para tratar de bajar los niveles de violencia. La medida fue también a nuestro parecer incomprensiblemente cuestionada bajo el falso argumento de que planteaba el desarme de la población civil, lo que no se planteó en ningún momento ni se consignó en parte de la resolución ministerial.  



 

La disposición se fundamentó como plan piloto, basada  en las estadísticas oficiales registradas durante el año evidenciando que el número de hechos de violencia de la población civil supera con mucho los debidos a acciones criminales.  Pero además, tomó la Secretaría interés en previamente auscultar el parecer de la ciudadanía, a través de una encuesta efectuada por la prestigiosa firma Gallup, cuyos datos concluyentes arrojaron un altísimo porcentaje de apoyo a la prohibición. 



 

Los primeros resultados de la medida establecen que el número de homicidios ocurrido durante la primera quincena de Diciembre fue de 22, significativamente menor que el promedio registrado para ese mismo período de tiempo en el curso del año. La suma total, una vez finalizado el mes, permitirá establecer en base a los resultados que se obtengan en comparación con el mismo período de los años anteriores más recientes, si la medida en verdad ha sido efectiva. 



 

En otro orden, por tradición Diciembre ha sido un mes de alta cosecha para la criminalidad.  El doble sueldo que perciben tanto los empleados públicos como los del sector privado, pone a correr en las calles miles de millones de pesos adicionales que por lo general se vuelcan prontamente en el comercio. Tiendas y supermercados incrementan notablemente sus ventas. Colmados y colmadones, por igual.  Pero también esa fuerte suma de dinero extra, a la que se suma los recursos que traen los dominicanos que regresan al país a pasar las fiestas tradicionales con sus familias y amistades, despiertan el apetito de los malhechores desde el simple robo de carteras a mujeres desprevenidas hasta el atraco en gran escala a establecimientos donde se espera obtener una buena tajada. 



 

La vigilancia más estricta por parte de las autoridades se convierte por consiguiente en exigencia especial de estos días.  Dentro de este contexto, hay que saludar la disposición del Secretario de Estado de las Fuerzas Armadas en coordinación con la Jefatura de la Policía Nacional, de lanzar la guardia a la calle para labores de patrullaje mixto con los agentes del orden público. 



 

En ocasiones anteriores, este patrullaje en pareja, de militar y policía, ha arrojado resultados positivos tanto en la prevención como en el combate a la criminalidad. Y es en base a esa experiencia que se puede alentar la firme esperanza de que con el patrullaje mixto los malhechores verán estrechado su radio de acción y los índices de delincuencia serán reducidos tanto como los de la violencia en sentido general. 



 

De igual modo, en otro orden pero igualmente en la misma dirección, resulta de extrema importancia el tradicional operativo destinado a prevenir los accidentes de tránsito, cuyo aumento acompaña siempre estas festividades.  Es sabido el gran número de accidentes vehiculares y de muertes provocadas por la imprudencia y el irrespeto generalizado a las normas del tránsito, agravado en este período del año por la ingesta excesiva de alcohol por parte de muchos conductores.  Baste recordar que tan solo el domingo de la pasada semana, convertido en jornada trágica, veintidós personas perdieron la vida en diferentes colisiones en todo el país, sin contar los heridos que murieron posteriormente en los hospitales a consecuencia de las graves lesiones recibidas. 



 

Garantizar la seguridad ciudadana que es siempre una obligación primaria del Estado, se hace más apremiante en estas fechas.  Confiemos en que así resulte y que la población pueda disfrutar del respiro que representan estos días tan especiales tanto como los comerciantes en sentido general, de poder desarrollar sus normales operaciones con la máxima protección así como el tránsito confiable por las vías públicas a cubierto de conductores irresponsables, beodos y hasta drogados. 

2008-12-23 21:54:41