Opiniones

EL TIRO RAPIDO DE LA SEMANA

EL TIRO RAPIDO DE LA SEMANA



Mario Rivadulla

Uno de los temas de cariz màs conflictivo y que sin dudas provocarà mayores debates en la Cumbre convocada por el Presidente Leonel Fernàndez y que ya ha comenzado sus trabajos con la participación del sector oficial, varias agrupaciones polìticas y màs de un centenar de instituciones de la Sociedad Civil es el de la inmigración ilegal.

No es necesario especificar que cuando se habla se este tema, la referencia resulta implìcita al caso de los haitianos indocumentados que entran al paìs a granel, vulnerando la frágil vigilancia fronteriza, en no pocos casos por vìa de soborno.

Previo al inicio de la Cumbre, el Consejo Nacional de la Empresa Privada, CONEP, hizo pùblico un enjundioso análisis sobre la cuestión y sus graves implicaciones que lo son tanto de orden econòmico y social como polìtico.

Dos cifras preocupantes han sido aireadas en torno al caso en los ùltimos dìas.  La primera es que se fija en unos mil el promedio diario de habitantes del otro lado de la isla atraviesan el cordòn fronterizo de manera ilegal.   La segunda, es que el personal que labora en la industria de la construcciòn es un 85 porciento de nacionalidad haitiana.  Aunque en algunas ocasiones se ha esgrimido el argumento de que vienen a realizar labores que rechazan los trabajadores nativos, parece muy sustentable la afirmación de que lo hacen por salarios inferiores y sin disfrute de los beneficios adicionales que fija el Còdigo de Trabajo.

El tema de la migración ilegal viene de muy atràs, sin que ningún gobierno se haya atrevido a adoptar una polìtica definida al respecto que, como ejercicio de soberanìa le corresponde, al igual que lo hacen las demàs naciones.  Esa desidia se ha convertido en la clàsica montaña de nieve que cada vez se vuelve màs amenazadora en contra del paìs, sus intereses y su imagen externa tan frecuentemente estigmatizada de racismo y hasta esclavismo.

Esa falta de definición, ha dado lugar tambièn a situaciones enojosas que se hubieran podido evitar de contar con una polìtica migratoria, establecida y aplicada sin atropellos pero con la debida firmeza.

Prueba reciente: la ocupación de una iglesia en Dajabòn por centenares de haitianos que reclamaban su permanencia en el paìs pese a que menos de un centenar poseìa carnès de trabajo expedidos por las autoridades, en tanto el resto eran ilegales. Por suerte, la serena actuación de las autoridades de Migración permitiò conjurar lo que hubiese podido convertirse en un motivo de peligrosa confrontación y de escàndalo en el exterior, donde operan fuerzas que estàn siempre a la caza de oportunidades para conspirar contra el paìs.

De esperar que ahora en la Cumbre el tema de la inmigración ilegal sea abordado con la prudencia, previsiòn y serena decisión que reclama, antes de que el problema continùe acrecentàndose y llegando a un punto en que resulte tan insostenible para el interès nacional como imposible de solucionar sin caer en medidas extremas y poner en crisis los normales niveles de convivencia pacìfica y mutuamente provechosa en que deben desenvolverse las relaciones entre Haitì y la Repùblica Dominicana.

 

                                               TEMA DE DISCUSION

¿Está de acuerdo en que la continua inmigración ilegal de haitianos se ha convertido en uno de los principales problemas que enfrenta la República Dominicana?  ¿Qué sugerirìa para frenar la misma? ¿Què polìtica debe seguir el gobierno en el caso de cientos de miles de haitianos indocumentados que residen en el paìs y no han legalizado su status?

2009-02-02 17:09:52