Opiniones

EL TIRO RAPIDO

EL TIRO RAPIDO



Mario Rivadulla

La muerte de dos personas, entre éstas un menor de apenas año y medio, debida al uso de medicamentos falsificados coloca de nuevo en el escenario de la actualidad con tintes tràgicos el tema de la comercializaciòn de este tipo de productos lesivos a la salud. En este caso especìfico el de dos gamma globulinas, utilizadas para prevenir el tétano y una cefalosporina, que es un antibiòtico de la màs avanzada generaciòn.

De acuerdo a los informes que hemos obtenido de fuente irrefutable, dos de estos fármacos carecìan de registro sanitario.  El tercero lo habìa obtenido al parecer de manera fraudulenta.  Para ilustración de nuestros televidentes,  el registro sanitario es requisito indispensable para poder colocar en el mercado cualquier medicina, sea de fabricación nacional o importada. Es como el sello de garantìa que otorga la Secretarìa de Salud Pùblica, a travès de su Departamento de Drogas y Farmacia, de que el fármaco contiene en la proporción requerida los ingredientes activos para el tratamiento de la enfermedad de que se trate.

Uno de estas gamma globulina se atribuye a un laboratorio hindù.  La segunda, a otro de nombre Serotex. Y el antibiòtico,  a un laboratorio cubano que ya no existe.  Por cierto que una gran cantidad de este fármaco, llamado Cloferìn y cuyo registro sanitario ya estaba vencido, fue detectada en un operativo realizado tiempo atràs en una farmacia de Villa Duarte,  propiedad de un diputado, quien con su presencia y en forma agresiva impidió que èse y otros medicamentos falsificados que se expedìan en la misma fuesen incautados por las autoridades en esa ocasión.

El problema de los medicamentos ilegales, de contrabando, falsificados o sin registro sanitario viene de arrastre. Desde hace años, fabricantes e importadores que abastecen el mercado nacional de fármacos han venido denunciando y combatiendo esta pràctica que constituye una estafa a los consumidores tanto como un grave riesgo a la salud, como ha quedado trágicamente evidenciado en esta oportunidad.

Durante mucho tiempo ese esfuerzo enfrentò el recio muro de intereses creados dentro de un negocio que se estima mueve unos mil millones de pesos anuales.  Por suerte, en tiempos màs recientes se logró la modificaciòn del Còdigo Sanitario para penalizar con prisiòn esta actividad criminal y la estrecha y decidida colaboración tanto de las autoridades de Salud Pùblica como de la Direcciòn General de Aduanas.  Gracias a ello, se han logrado importantes incautaciones de alijos de medicamentos ilegales.

Pero todavía queda mucho trecho por recorrer. Hay elementos de influencia y poder vinculados a este turbio negocio. Un fuerte entramado de complicidades y codicioso afàn de ganancias de lo que constituye una lucrativa operación tan condenable y peligrosa como lo es el tràfico de drogas. La muestra està a la vista con el saldo doloroso e irreparable de estas dos vidas perdidas.

Mañana las dos asociaciones que agrupan a fabricantes e importadores de fármacos, ARAPF e INFADOMI y la Asociación Dominicana de Farmacias ofreceràn una rueda de prensa conjunta. De ella emergeràn seguramente nuevos datos en relaciòn con este caso  asì como la reiterada disposición de ese sector a contribuir con las autoridades sanitarias, aduanales, policiales y fiscales a incrementar los esfuerzos para poner fin a la comercializaciòn de medicamentos ilegales que debe abrir las rejas de la prisiòn para los perpetradores de esta infame y criminal actividad.

2009-02-05 15:33:34