Opiniones

EL TIRO RAPIDO DE LA SEMANA

EL TIRO RAPIDO DE LA SEMANA



Mario Rivadulla



Viernes 6,02,09

 

Mientras la comisiòn congresional escogida para buscar fuentes de financiamiento que permitan sustentar el prometido aumento a la clase mèdica sigue dando palos a ciegas con propuestas que son objeto de general rechazo, un grupo aparentemente numeroso de diputados pretende revivir la intenciòn de alargarse el perìodo para el que fueron electos hasta el año 2012.   La excusa serìa la unificación de las elecciones para celebrarlas en lo adelante el mismo año, aunque no en la misma fecha.

La iniciativa no es nueva.  Cobrò vida bajo el gobierno de Hipòlito Mejìa, cuando se dejaron escuchar con fuerza creciente voces tanto partidarias como de la Sociedad Civil planteando la unificación de los comicios a fin de reducir los efectos traumàticos y el costo econòmico para el paìs de estar en permanente campaña polìtica.  Pero ya desde entonces, la idea de franco matiz oportunista, de extenderse el mandato congresional,  recibiò un fuerte rechazo expresado sobre todo a travès de los medios de comunicación.

Sus promotores sin embargo no han cejado en el empeño. Y en màs de una ocasión posterior, cada vez que se ha mencionado el tema de la reunificación de las elecciones, ha asomado el propósito  de prolongarse el disfrute de sus curules, lo que conllevarìa tambièn el de las autoridades municipales.

A todas luces se trata de un intento viciado de ilegalidad y que constituye ademàs un intento grosero de violentar la voluntad ciudadana.  Tanto los legisladores como los sìndicos y regidores fueron votados por un perìodo constitucional, especìfico y preciso de cuatro años y no les asiste el menor derecho de mantenerse más allà en el cargo ni un solo segundo.

Bien es cierto que la unificación de las elecciones, en caso de que sea incorporada a la nueva Constitución en el momento en que èsta se discuta, apruebe, promulgue y entre en vigencia, obligarà a una disposición transitoria para la posterior primera elecciòn en el caso del Congreso y de los Ayuntamientos.

Para ello se han barajado dos posibles fòrmulas.  Una, la misma que se utilizò en Cuba, cuando se aprobò la Constitución de 1940, que es la de elegir a los legisladores, sìndicos y regidores en el 2010 por solo 2 años para entonces volver a poner dichos cargos a votaciòn popular en el 2012 conjuntamente con las elecciones presidenciales.  La otra, la de hacerlo por seis años en el 2010, para entonces unificar los comicios en el 2016.  Pero en ambos casos, serìa mediante una transitoria constitucional y con la participación soberana del electorado.

Pretender en cambio alargarse el perìodo por dos años sin que medie la voluntad de los electores manifestada a travès de las urnas, merece ser calificado como un artero golpe de mano al ejercicio democràtico, una burla a la ciudadanìa, un acto de perversidad polìtica y de franca ilegalidad que merece, cada vez que asome su feo rostro, el mismo rechazo que ha recibido hasta el presente, y si posible, aùn màs para evitar que pueda consumarse.

Quienes pretendan seguir en sus cargos una vez llegado el tèrmino preciso para el que fueron electos, que se sometan al imperio de la voluntad ciudadana.  No hacerlo asì es violar la Constitución de la que deben ser garantes y una burla al electorado cuya voluntad soberana estàn obligados a respetar.

2009-02-09 14:09:58