EL TIRO RAPIDO
Mario Rivadulla
Martes 9,2,09
Aún cuando el énfasis en la Cumbre oficial muy próxima ya a concluir sus trabajos le corresponde por lógica prioridad enfocar la inmediata problemática económica y social que se le presenta al país con motivo de la crisis financiera internacional, no por ello hay que desestimar el interés que revisten los acuerdos logrados en torno a otros temas de naturaleza menos apremiante al presente pero no por ello de menor importancia.
Tales los consensuados en el orden político, sin oposición de la delegación oficial participante en la Cumbre, que procuran someter a controles y normas tanto las acciones del gobierno como de los partidos durante las campañas electorales.
Con la congelación de la nómina pública, noventa días antes y noventa después de las elecciones, se busca poner freno al siempre cuestionado aspecto del uso de los fondos del presupuesto por parte del partido que esté en el gobierno para favorecer a sus candidatos. Otra medida de importancia adoptada por la mesa de Consolidación Institucional, fue la de sancionar el transfuguismo de tal modo que cualquier funcionario que resulte elegido por un partido para un cargo público sea despojado de éste en caso de cambiar de filiación partidaria mientras desempeña el mismo.
Se aprobó igualmente que la Junta Central Electoral dé curso al Reglamento que regule tanto el desarrollo de las campañas políticas como el uso de los recursos del Estado, los fondos que reciben los partidos provenientes del Presupuesto Nacional tanto como el origen, monto y destino de los aportes de carácter privado. Esto así, con la finalidad, entre otras, de evitar la posibilidad de que dineros sucios provenientes del narcotráfico y otras actividades ilícitas puedan contaminar los procesos electorales.
Un aspecto, sin embargo, en que no pudo lograrse consenso fue el relacionado con la distribución, vìa la propia Junta Central Electoral, de los fondos conque el Estado financia a los distintos partidos políticos en base a sus respectivos resultados en las urnas. Las agrupaciones menores reclaman que el porcentaje para obtener su porción del pastel sea rebajado del 5 al 1 porciento. Un planteamiento por demás cuestionable, en la medida en que contribuiría a una mayor proliferación de verdaderos micropartidos, más bien grupúsculos, sin verdadera sustentación ni representatividad, guiados por la única o principal motivación de conseguir recursos cuyo verdadero destino resultaría en extremo difícil de auditar.
Si bien es cierto, como señalamos anteriormente, que la suma de esfuerzos del país deberá enfocarse fundamentalmente en enfrentar y superar la crisis con el menor daño y si posible, convirtiendo la misma en una oportunidad de mayor experiencia, madurez y crecimiento, estos temas y otros acordados en las distintas mesas de trabajo no deben ni echarse al safacón ni convertirse en letra muerta, aunque sean de aplicación más dilatada.
Porque para echar el país adelante, uno de los requisitos fundamentales consistirá en elevar los niveles éticos del ejercicio público, la transparencia de sus actores, la real vocación de servicio al país y la calidad del debate que hagan realidad la sentencia duartiana de que fuera de la filosofìa, la actividad política es la más noble a que puede dedicarse el ser humano.
2009-02-11 14:50:10