Más sobre el referendo en Venezuela. Abrazos, Narciso.
Venezuela: a prueba el bravo pueblo
Narciso Isa Conde
El hermoso himno nacional de Venezuela nos habla de las hazañas de Bolívar y de su «bravo pueblo». Y este domingo 15 de febrero del 2009, será puesto a prueba, nueva vez el bravo pueblo bolivariano
El nuevo desafío se refiere a referendo sobre la «enmienda constitucional» relacionada con la posibilidad o no de la re-postulación del comandante Chávez en las próximas elecciones presidenciales del 2012, y sucesivamente si así lo decidiere.
Tal y como reza hoy el artículo correspondiente, el actual presidente de Venezuela no tendría derecho a re-postularse en una nueva oportunidad y, por tanto, no podría ser reelecto por el voto popular, aunque lo demande una gran parte del electorado venezolano. Para hacer constitucionalmente posible ese paso es imprescindible que la referida enmienda sea aprobada el próximo domingo.
La extraordinaria importancia del apoyo a esa modificación no está dada por la existencia o no de una determinada voluntad personal continuista, sino por una necesidad política del proceso hacia la revolución en Venezuela.
El Partido Socialista Unificado de Venezuela (PSUV) y sus aliados, el pueblo bolivariano que ha acompañado al comandante Chávez, no cuentan con una candidatura diferente a la del actual presidente que a corto plazo garantice derrotar una derecha en cierta medida recompuesta.
De ahí el empeño colectivo del campo popular y revolucionario en derogar la traba constitucional que actualmente le cierra una nueva postulación de su líder.
Es cierto que ya se hizo el intento, en otro contexto y dentro de una propuesta de reforma constitucional mucho más vasta, y no se logró. Ese ha ido, aunque por escasísimo margen, el único revés electoral de la revolución en más de diez ocasiones.
Pero ahora no se trata de reformar considerablemente la constitución vigente, la más avanzada y la más democrática en la historia republicana de ese país. Esta «enmienda» se circunscribe específicamente al punto de la re-postulación, ahora con carácter de urgencia insoslayable por la aproximación de las elecciones presidenciales venideras.
Aunque exagerando, en cierta medida se trata de una especie de «ahora o nunca», por lo que implicaría para el proceso revolucionario nacional y continental un desplazamiento del gobierno bolivariano pro-socialista.
Con la presente correlación de fuerzas es muy conveniente, prácticamente ineludible, ir a esos comicios con la candidatura más fuerte del proceso, con la más triunfadora, con la más aglutinante, con la más penetrante. Esto es, con la que puede eliminar el riego de derrota: con la del comandante Chávez
La trascendencia de esta encrucijada consiste en que ciertamente está en juego no un simple referendo, sino un referendo crucial para la revolución. Están en disputa tanto el destino de esta enmienda imprescindible como las próximas elecciones.
Están en cuestión la continuidad de la nueva independencia, las extraordinarias conquistas sociales, económicas y culturales del nuevo proceso bolivariano, la democracia participativa y los avances hacia el poder popular y el tránsito al socialismo.
Está en juego la onda continental transformadora, unificadora, integradora que emana de Venezuela: el Alba, Petroamérica, Petrocaribe…Está en juego la autodeterminación de la Patria chica y los avances hacia la conformación de la Patria Grande liberada.
Y esto no es cualquier cosa.
Por eso, para los/as revolucionarios/as dominicanos, no está en discusión la necesidad de apoyar en cuerpo y alma el SI a la enmienda constitucional sometida a referendo y a la próxima re-postulación del Presidente Chávez.
En esto hay que cerrar filas y lo digo desde mi profunda convicción –expresada muchas veces- acerca los riesgos que implica del derecho a la «postulación indefinida» y la superposición permanente del liderazgo del proceso y el ejercicio de la jefatura de estado, aun sea por incuestionable elección popular
En ese orden entiendo más conveniente para un proyecto de democracia integral basada en el poder popular, la posición del Presidente de Bolivia, Evo Morales, cuando limitó en tiempo y período su re-postulación a la vez de abrirle paso a la misma para las próximas elecciones presidenciales.
Los procesos promotores de una democracia participativa y del tránsito a un nuevo socialismo (participativo, autogestionario, democrático) deberían, cuando no esté en alto riesgo la continuidad de las transformaciones, auspiciar la alternabilidad en los cargos públicos, incluida la Presidencia de la República. Eso ayuda a que junto al liderazgo carismático se desarrolle la dirección colectiva y los liderazgos alternos.
En la Venezuela de hoy, por una serie de razones a las que hice referencia en el artículo titulado «Venezuela: por la revolución, otra batalla a ganar», es muy riesgoso prescindir del liderazgo del presidente Chávez en las elecciones presidenciales del año 2012, independientemente de que haya ejercido exitosamente el cargo durante estos últimos 10 años. Previamente hay que erosionar y revertir lo reacumulado por la derecha.
De todas maneras lo deseable es que en éste y en el nuevo periodo se avance más aceleradamente hacia esa meta, hacia la alternabilidad dentro del proceso de orientación socialista.
El pueblo dominicano, al mirar hacia Venezuela en relación al tema de la re-postulación, tema de amargas consecuencias en nuestro país, debe tener presente que en Venezuela existe una realidad muy diferente a la nuestra:
– El sistema electoral es uno de los más democráticos y transparentes del planeta, gracias a la revolución bolivariana.
– La constitución venezolana garantiza y facilita, por referendo, el derecho a la revocación del mandato presidencial en cualquier momento.
– La democracia participativa venezolana es muy superior en el ejercicio de todos los derechos humanos, culturales sociales y políticos a la seudo-democracia representativa dominicana, por demás secuestrada por las elites sociales y evolucionando hacia una especie de Estado mafioso con narco-gobierno.
– La continuidad del sistema y el gobierno en Venezuela es un hecho tremendamente positivo, independientemente de la regulación o no de la res-postulación; mientras que la continuidad del gobierno y del sistema aquí en dominicana, es algo tremendamente negativo
En definitiva hay repostulación y «repostulación», reelección y «reelección». Una cosa es donde el pueblo soberano tiene el mando y otra es donde la oligarquía, la partidocracia corrompida y el imperio deciden. No es lo mismo ni es igual hablar de este tema en ambas naciones.
¡ Por todo esto el bravo pueblo volverá a triunfar!
11 de febrero 2009
2009-02-12 16:21:15