Martes 3,03,09
Penoso e inconcebible el debate planteado en torno a la diferencia salarial que existe entre los senadores y diputados, alegando que éstos ganan más que aquellos de salario básico y planteando nada menos que elevar los emolumentos de los primeros para igualar ambos.
Insòlito que un tema de esa naturaleza sea llevado al seno de las Cámaras Legislativas donde reposan infinidad de asuntos pendientes de solución de alto interès nacional, que debieran embargar el tiempo y la atención de los señores congresistas en vez de poner tanto empeño en tratar de satisfacer sus afanes de lucro personal.
Mucho menos resulta justificado plantear la cuestión precisamente en el año en que se está reclamando sacrificios de todos para reducir al mìnimo posible los efectos de la crisis financiera internacional. Cuando además, el Estado registra una nada despreciable caída de las recaudaciones fiscales que presagian un déficit presupuestal para el presente año y se impone al gobierno la necesidad urgentísima de buscar miles de millones de pesos adicionales, lo más probable que en fuentes de financiamiento externas, para llevar a la práctica los acuerdos de la Cumbre que el Presidente Leonel Fernández se comprometió a acoger y detalló en su discurso del pasado 27 de Febrero.
Llama la atención que fuese precisamente un senador del propio partido de gobierno quien, a despecho de las circunstancias tan adversas que dejamos apuntadas, pusiera el tema a discusión. La réplica a su propuesta surgió, por cierto, de la propia bancada oficialista por parte del colega periodista y diputado Domingo Páez, quien le hizo vigorosa oposición, argumentando en gesto de extrema sinceridad, que los congresistas son seres privilegiados y que por el contrario debían rebajarse los elevados emolumentos que perciben. No demoró a su vez, el Presidente del Senado, Reinaldo Pared Pérez, en expresar también su rechazo, advirtiendo con sobrada razón, que un aumento de sueldo a los senadores sería una burla al pueblo que está padeciendo necesidades.
El Congreso está a las puertas de discutir y aprobar una nueva Constitución, proceso que debe ser llevado con toda la solemnidad requerida para que sea acogida por el pleno ciudadano otorgándole legitimidad. Para que resulte así, los congresistas investidos con la facultad constituyente, tienen que proyectar una imagen positiva actuando con la necesaria altura y espiritu de servicio al país, que les gane el respeto y reconocimiento de la gente, extensivos a la propia Carta Magna que deberán elaborar.
Obvio, sin embargo, que no podrán lograrlo con congresistas que pretendan prolongarse el periodo para el que fueron electos hasta el 2012 sin someterse al veredicto de electorado, ni tampoco con otros que del modo más inoportuno, por calificarlo en la forma más generosa, quieran aumentarse sus ya más que abultados ingresos, mucho menos en los tiempos que corren en que se impone la austeridad colectiva, de que les corresponde dar ejemplo por vìa de la más estricta práctica.
TEMA A DEBATE
– Aún cuando el salario básico de los diputados (sin contar ?el barrilito?, gastos de representación, dietas y demás resulte superior al de los senadores, ¿considera oportuno debatir el tema en los presentes momentos de crisis?
– En todo caso, ¿qué solución debe dársele a esta situación: aumentar el sueldo de los senadores o rebajar el de los diputados para que ambos disfruten del mismo salario base?
– ¿Cuál es su percepción del Congreso actual y còmo lo calificarìa: ¿bueno? ¿regular? ¿malo?
2009-03-04 22:29:00