Opiniones

EL TIRO RAPIDO

Mario Rivadulla

Jueves 5,03,09

Las Fuerzas Armadas Dominicanas tradicionalmente han disfrutado de una buena imagen pública. Llama mucho la atención y obra en su favor, el hecho de que cada vez que se encuesta la credibilidad de los diferentes sectores de la vida nacional, los institutos castrenses muestran un saludable posicionamiento.

Posiblemente abona mucho en favor de esta percepción positiva el hecho de que salvo la frustrada intentona de Wessin contra Joaquín Balaguer, los hombres de uniforme se han mantenido alejados de lo que el propio desaparecido y controversial mandatario calificaba como ?aventuras cuartelarias?.

Es quizás debido a esa imagen favorable de que disfruta en la consideración de la mayoría de los dominicanos que las vinculaciones puestas al descubierto en meses recientes, a partir de los sucesos de Paya, de mandos y miembros militares con el narcotráfico y la criminalidad organizada y su participación en hechos delictivos de gran resonancia, han impactado de manera tan negativa y puesto en entredicho el prestigio de los institutos armados a los ojos de la nación.

De ahí también, que la opinión pública siga ahora con tanto interés el necesario proceso de depuración que se está llevando a cabo en las Fuerzas Armadas y en la Policía Nacional, que se espera llegue a hundir el bisturí salvador, sin complacencias ni tibiezas, hasta las mismas entrañas para eliminar todo lo que de podrido pueda existir tanto en las primeras como en el cuerpo de orden.

El Secretario de las Fuerzas Armadas, mayor general Rafael Peña Antonio, acaba de revelar que del 16 de Agosto a la fecha, es decir en un período de apenas seis meses y medio, han sido expulsados 538 miembros, incluyendo oficiales de alta graduación, de las filas del Ejército, la Marina de Guerra y la Fuerza Aérea. Las faltas cometidas van desde vinculaciones al narcotráfico y hechos delictivos hasta golpizas a mujeres y actos de indisciplina.

El alto militar da seguridades de que el proceso de saneamiento no se detendrá, aunque tomará tiempo. Se entiende y justifica. No es de un día para otro que se puede evaluar la conducta de las decenas de miles de miembros que componen las Fuerzas Armadas. Lo importante es que no se frene y que, insistimos, en el camino no se abran sombrillas que cobijen a los corruptos e indignos que con sus inconductas manchan el buen nombre de las Fuerzas Armadas, aunque de significar e insistir en la necesidad de que la cura se extienda también a los posibles males estructurales que puedan estarlas aquejando. Esto así, para que la recuperación sea completa, sostenida y ayude al estamento militar a recuperar la confianza de que ha disfrutado tradicionalmente.

TEMA

¿Tiene confianza en que el proceso de depuración de las Fuerzas Armadas permita que limpien y recuperen su imagen a los ojos de la ciudadanía?

2009-03-06 16:18:08