Víctor Víctor
A Natalia, la de La Revuelta, la cancelaron en Relaciones Exteriores, donde trabajaba. La democracia de ese recinto no permite diferencias y no es compatible con mujeres que expresan sus ideas con libertad.
Todo empezó cuando ella y su grupo La Revuelta organizaron una tarde de oración en el parque La Lira, para que la señora Lubrano se sanara de sus públicas dolencias y así pudiera cumplir su pena en Najayo, que fue lo que Dios le mandó.
Entonces los burócratas de Relaciones Exteriores se ?enculillaron? y le llamaron la atención, como diciéndole que no podía orar por doña Vivian. Alguien comentó que cuando llegara el jefe iban a ver qué harían con ella. Fue una advertencia laboral, un ?pau pau? para esta joven que oraba por más justicia.
En lo que el jefe llegaba, Natalia vistió de negro contra la impunidad. También fue al Parque Enriquillo con sus amigos de La Revuelta y le cayó a zapatazos a unos retratos viejos, de viejos políticos. Se le escurrió al Coronel Pimienta y su ?magic spray?.
?-Y eso sí que no te lo perdono, Natalia-?, debió decir un jefecito (como llamaba Juan Bosch a los funcionarios prepotentes) en Relaciones Exteriores. Suficiente para que la estudiante de comunicación se ganara su cancelación. Dubitativos, en acechanza, ejerciendo la ?burocracia representativa?, dejaron que la cosa se enfriara unas semanas y sin explicación, hace par de días, le dieron su ?bai, bai, en clásico estilo irresponsable y neo-trujillista, digo yo, no mi amigo, el Canciller.
Natalia, la de La Revuelta, anda con su coro de amigos. En poco tiempo tendrá trabajo. Mas no sé si rezará por los burócratas que trataron de silenciarle o lanzará zapatos al jardín de esa hacienda trujillista. Natalia y La Revuelta seguirán su lucha libertaria por otra sociedad posible, eso no lo cancela nadie.
Y los burócratas de Relaciones Exteriores, seguirán cuidando fotos y liquidando gente, sin pensar que de mejores escuelas botan.
Extraido de Clavedigital.com
2009-03-09 13:07:42