Señor director:
Desde que el mundo es mundo el hombre ha manifestado una conducta de doble moral. Como dijo Jesús al pueblo y a sus discípulos cuando predicaba el evangelio para la salvación del hombre. Decía en Mateo 23, 1-12: ?En la cátedra de moisés se han sentado los escribas y los fariseos: Haced cumplid lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo que dicen?.
En la vida de hoy, son muchas las personas de distintas clases sociales: trabajadores, obreros, funcionarios, profesionales, personas de diferentes sectas religiosas que se enorgullecen hablando de honradez, rectitud; hacen un bien, en un momento determinado, y lo vociferan a los cuatros vientos, para que sepan la ayuda que hacen a cualquier persona necesitada.
Manifiestan ante los demás una conducta pura, agradable. Solamente hablan del YO SOY, YO TENGO, YO HAGO ESTO, LO OTRO, es decir, SON YOISTAS. No escuchan a los demás, se escuchan ellos mismos y, con esto satisfacen su gran ego.
Pero por dentro son lobos rapaces, capaz de explotar una bomba atómica, para que desaparezcan aquellos desvalidos que estorban a los demás y tomar el mundo sólo para ellos.
Todo esto, lo traigo a colación porque la película, producida y dirigida por Archi López y protagonizada por este gran humorista de la televisión dominicana Raymon Pozo, el cual hizo un papel brillante, junto con los demás actores, a quienes no los puedo dejar de mencionar. Pozo, manifestaba una conducta ante los demás, diferentes a lo que realmente él es. Un temeroso de Dios. Un cristiano, pero en secreto, es decir renegaba de El.
Este momento que presento, es muy diferente a lo señalado al principio de este escrito, en donde los escribas y fariseos, como también, personas del mundo actual, quieren aparentar Ángeles ante los demás; pero por dentro, sólo existe odio, animadversión.
Mientras que el actor de la película Raymon Pozo, se exterioriza como una persona del mundo, un tiguere como se dice en el buen argot popular.
Estas dos clases de sentimientos nos da una clara señal de que, aparentar lo que realmente no somos, nos llena de amargura, vergüenza, indignación con nosotros mismos; así como se encontraba el protagonista de Cristiano de la Secreta, lleno de carga , que no lo dejaba en paz.
Pozo, en la película, no pudo aguantar tanto sufrimiento. A la larga tenía que ocurrirle lo que se vaticinaba, pidió perdón a Dios por esconder lo que realmente sentía: Su inclinación a llevar la palabra de Dios al resto del mundo, sin vergüenza, sin tapujos, que es lo que demanda las sagradas escrituras.
Felicito, pues, al director de esta brillante película de Archi López, Cristiano de la Secreta que, con el toque de humor y el mensaje que nos deja percibir, supo muy bien manejar el guión; buena escenografía, ambientación y, lo mas importante, lo fundamental es, que la película nos lleva a reflexionar: No esconder lo que sentimos, máxime, cuando se trata de reconocer que estamos en este mundo sólo por la gracia de Dios y a El, reconocerlo como nuestro Señor y Salvador. No estamos en este mundo producto de una particula, sino de una Ser Superior, sobrehumano, diferente a todos nosotros y llevar su mensaje por todo el resto de mundo.
Atentamente,
Anneris Hernández Ortega
Periodista
2009-03-12 22:47:00