Mario Rivadulla
Lunes 30, 03, 09
Movido por la reiteración de los paros y huelgas comunitarias que han proliferado en lo que va del presente año, el Presidente Leonel Fernández parece estar en disposición de inaugurar un estilo de gobierno directo y participativo concurriendo personalmente a los lugares donde son mayores los niveles de insurgencia ciudadana a fin conocer de primera mano sus reclamos y negociar posibles soluciones.
Dentro de ese marco de actuación, el mandatario estuvo ayer en San Pedro de Macorís, donde se sabía existían amagos de protesta para iniciar este proceso de saludable diálogo con la gente, escuchando sus reclamos de propia boca y no por vía muchas veces interesada de terceros que, o no le dicen la verdad o tratan de disfrazársela, o de aminorar algunos funcionarios ineptos y posiblemente algo más, su carga de culpas, indiferencia e irresponsabilidad.
Allí recordó las condiciones especiales por las que estamos atravesando como consecuencia de la crisis financiera mundial y reclamó mantener la fe en el futuro. El lógico y obligado mensaje de esperanza, tuvo como endoso material anunciar la entrega de 36 millones de pesos para la construcción de las tuberías que llevarán el agua potable a sectores cadenciados del preciado líquido así como la repavimentación de las calles de la ciudad, la creación de un millar de empleos por parte del CEA y el plan de supermercados populares que implementará INESPRE para llevar productos de la canasta familiar a precios más accesibles.
La siguiente parada está programada para Santiago, eje y escenario de varias de las últimas protestas, donde sesionará el Consejo de Gobierno con la misma finalidad que en la ciudad petromacorisana. Es de esperar que este trascender las fronteras del Palacio Nacional para mezclarse con los ciudadanos no se detenga, sino que la agenda presidencial continúe agotando su itinerario de viaje hasta cubrir los más apartados rincones del país.
Bien que el Ejecutivo lleve a cabo este contacto directo. Sobre todo, que al dialogar con la gente lo haga con absoluta sinceridad y transparencia, manteniendo en alto el optimismo pero sin silenciar los momentos difíciles que vivimos y los que nos esperan, que pondrán a prueba una vez más nuestra capacidad para superar situaciones de crisis. No prometiendo obras que el gobierno no esté en capacidad de satisfacer, pero asumiendo el firme compromiso de realizar aquellas otras que estén a su alcance y contribuyan en alguna medida a mejorar la calidad de vida de la gente que vive fuera del ámbito capitaleño. Para ello, el Presidente tendrá que disponer de mecanismos muy fluidos y confiables que le permitan mantenerse al día en la ejecución de las obras prometidas y el cumplimiento de las medidas que acuerde y en las que está comprometiendo su propia responsabilidad de manera directa, como el mecanismo más eficaz para desarticular las protestas eliminando sus posibles motivaciones.
Hace ya bastante años tuvimos oportunidad de asistir en Costa Rica a la original celebración del cumpleaños de su entonces presidente José ?Pepe? Figueres. Esta consistió en un acto público efectuado en el cantón que le viò nacer. Allí, en una tribuna levantada en medio de la calle, alrededor de la cual se agolparon cientos de ciudadanos, se estableció un diálogo directo entre éstos y el mandatario quien estaba acompañado de la mayoría de sus ministros. Fue un ejercicio de interpelación directa a éstos para conocer de propia boca y manera pública el nivel de cumplimiento de sus responsabilidades y de ejecución de las obras que tenían encomendadas.
Quizás fuese saludable que este ejercicio de participación democrática directa que ha emprendido el Presidente Fernández con el compromiso de satisfacer en lo posible, reclamos que contribuyan a mejorar la vida ciudadana en muchas comunidades, pueda culminar en determinado momento en una rendición de cuentas similar a la llevada a cabo por Figueres, de cara a los propios interesados.
Por lo demás, cabe esperar que como reclama Miguel Cocco, uno de sus más fieles y mejores colaboradores, el mandatario deje de lado el guante de seda con el que se le atribuye ser excesivamente complaciente con algunos de sus funcionarios que más parecen enemigos de su gobierno, para emplear contra ellos el puño de hierro, en particular aquellos que han hecho del poder sombrilla propicia para tapar acciones dolosas en su propio y personal beneficio.
TEMA DEL DIA
¿Considera que es correcta la decisión del Presidente Leonel Fernández de acudir a las comunidades para conocer de manera directa sus reclamos y negociar posibles soluciones?
¿Cree que ese método será eficaz para evitar huelgas y paros populares?
2009-03-31 16:41:09