Opiniones

Quilvio Cabrera Mena

Por Robert Núñez

Si EL Cielo y La Tierra duran para siempre

Es porque no viven para sí mismos.

Eso es lo que los hace durar eternamente. Lao Tse

Hace exactamente un año que el pueblo dominicano dio demostraciones de que siguen vivos los valores morales que dieron origen a esta sociedad, que esos valores persisten recónditos en cada uno de los dominicanos y brotan como una flor en medio del pantano, sorprendiendo a los mas suspicaces analistas y, sobre todo, a gran parte de los ciudadanos que se niegan conscientes o inconscientemente a servir a los demás, sin otro interés que el de ser hombres o mujeres de bien, que creen en su patria, en su gente y en su comunidad.

Haber tenido la posibilidad de ver y sentir, desde hace ya un año, las demostraciones de aprecio y reconocimiento rendidos a Quilvio Cabrera, nos llena de satisfacción, y nos hace sentir orgullosos de este pueblo, de esta sociedad que tiene tanto detractores con razón y tan pocos defensores que prediquen con el ejemplo, como lo hizo este hombre nacido de las entrañas de la Línea Noroeste, hijo de Flora y de Polín, de un hogar humilde, pero con dignidad, donde el respeto y el celo por las cosas bien hechas eran y son las riquezas más importantes que se pueden cultivar en el ser humano.

Recorrer el país varias veces junto a Quilvio, movidos por el interés de servir, ha sido toda una escuela para muchos de nosotros. Nunca puso el interés personal sobre el de los demás, y siendo un militante político definido conservó sus relaciones con todo aquel que estuviera identificado con su rebeldía de los años setenta, con su lucha gremial de los ochenta o en estos últimos años, con su desvelo por la tierra, por el medio ambiente, por las nuevas tecnologías, por las nuevas fuentes de energía y sobre todo por los hombres del campo, sin importar que fueran éstos encumbrados empresarios o el más humilde de los agricultores.

En los años por delante nos corresponde a todos los que junto a Quilvio emprendimos un camino de identificación total con los intereses de la mayoría de este pueblo, cultivar esa siembra moral que nos legó y mantener viva la llama de sus propósitos para que El no muera jamás. Que el Altísimo tenga a ese amigo hermano en el mejor de los lugares, en el sitio reservado por él para los justos. (EPD)

Email: ronuc@hotmail.com

2009-04-08 17:46:07