Opiniones

La Crisis Global y la Distribución de las Riquezas

En los últimos tiempos, producto de la crisis global que afecta a la humanidad, se ha puesto en evidencia, que muy a pesar de los grandes avances tecnológicos, económicos y científicos que registran las sociedades capitalistas más desarrolladas, ello no ha sido suficiente para que este sistema pueda satisfacer las necesidades más urgentes de la mayoría en el mundo.

Esto quiere decir que las sociedades capitalistas avanzadas han podido producir todos los bienes y servicios que demandan sus ciudadanos, sin embargo ello no ha sido suficiente para lograr que esas riquezas producidas lleguen a todos los que habitan sus respectivas naciones.

La crisis global se expresa en diferentes dimensiones. Es global porque sus efectos afectan a toda la humanidad, sin importar el tipo de sistema prevaleciente y sin importarle tampoco que el país sea rico o sea pobre. La otra dimensión que tiene la crisis es que tiene una expresión sistémica, ya que afecta a todo el sistema económico, social y político no sólo de un país, sino del mundo, ya que esta no sólo tiene una expresión en el sistema económico interno de una nación, sino que la misma afecta, además, de manera global, todos los aspectos concernientes a la ética y los valores espirituales que prevalecen en las sociedades actuales.

El capitalismo, como sistema económico, político y social, ha demostrado tener mayores bondades y ventajas que los sistemas que le han antecedido y ha demostrado, además, en algunos aspectos, ser superior y mas eficiente que los socialismos que hemos conocido hasta ahora, sin embargo no por ello el capitalismo ha dejado de promover altos niveles de egoísmo entre los propietarios del gran capital y la gran propiedad. Por eso el Papa Juan Pablo II lo califico de capitalismo salvaje, como una forma de llamar la atención sobre los peligros que asechan a la estabilidad política y social de la humanidad si los niveles de pobreza y desigualdad continúan profundizándose, debido a la actitud egoísta y ambiciosa de los dueños del gran capital y del dinero.

Por eso, muy y a pesar del crecimiento que registra el sistema capitalista, el mismo continua arrastrando fallas que deben ser corregidas o equilibradas para lograr el desarrollo económico, la justicia social y la paz que necesita la humanidad. Esa debe ser una tarea de los gobernantes, preocupados por sus pueblos, en esta coyuntura matizada por la crisis global.

La situación actual de crisis global que afecta al mundo capitalista esta poniendo en evidencia que de los sistemas que gobiernan a la humanidad; el socialismo y el capitalismo, deberá surgir una simbiosis que ponga fin a los aspectos mas vulnerables y negativos, tanto de uno como y de otro, y de esta forma aunar esfuerzos para que los gobiernos y los estados nacionales puedan poner en practica formas de participación y de distribución de las riquezas, ya que el aspecto de la distribución de las riquezas es el que juega el rol mas protagónico en la construcción del tipo de sociedad que, por necesidad ineludible, se irán estableciendo, a partir de esta crisis global.

El gran dilema del socialismo, como sistema, es si este podrá permanecer en la dirección del Estado sin coacción a las personas y si este podrá lograr que los integrantes de la sociedad donde prevalece asimilen ese régimen, ya que aunque este sistema ha demostrado que es superior en cuanto a la distribución de bienes y de riquezas que el capitalismo, sin embargo los países que han tenido este tipo de gobierno han tenido que someterse a todo el rigor del control social y político que el mismo impone, ya que esa es la principal garantía para poder prevalecer en la dirección del Estado. De manera que el dilema que se presenta en el socialismo, hasta ahora, es de hasta dónde este sistema puede prevalecer sin esos controles que de forma evidente limitan la libertad del individuo, tanto para producir riquezas como para poder desarrollar una vida libre en el aspecto espiritual y económico.

Tanto el capitalismo como el socialismo, como sistemas políticos, están matizados por fallas que están en el centro neurálgico de las aspiraciones y necesidades del ser humano, por eso la crisis global y sistémica que en la actualidad afecta a la humanidad debe ser el punto de partida para dar inicio a un proceso, que de continuidad a las bondades y ventajas que exhiben ambos sistemas. La crisis global deber ser, además, el punto de partida para que ambos sistemas pongan a un lado aquellos aspectos que han ido en contra del reino de la libertad individual y del bienestar que persigue todo individuo.

Por eso todo el esfuerzo de los gobiernos y estados nacionales, en el escenario de la crisis global, debe orientarse a profundizar aquellos aspectos que estén orientados a hacer de ambos sistemas instancias de perfeccionamientos encaminadas a favorecer y a fortalecer la libertad individual, la libertad empresarial y a producir riquezas con el fin de lograr mayores niveles de distribución de estas, en favor de la vida de la gente en sus respectivas naciones.

Los gobernantes nacionales deben estar concientes que con el egoísmo prevaleciente entre los dueños del gran capital en el mundo, la humanidad es un barril de pólvora, ya que si no hay una distribución de las riquezas, aunque sea mínima, el mundo será, cada día, un espacio de desigualdades, injusticias y mayor pobreza entre los hombres y esa acentuación de las desigualdades no contribuye con la paz social que necesita todo sistema o conglomerado social para poder crecer y alcanzar el desarrollo y la estabilidad.

Al visualizar el alcance histórico de la crisis global actual debemos remontarnos a lo que han sido las luchas sociales y políticas de los siglos pasados y en ellas encontramos que tanto en Europa como en Estados Unidos estas han sido encabezadas por las masas y los sectores medios de la sociedad para llevar a las burguesías nacionales a la dirección del Estado. En cambio las luchas sociales y políticas de un siglo hasta la actualidad han sido encabezadas por esas mismas masas y los mismos sectores medios, pero esta vez para las masas y sus lideres dirigir el Estado, sin embargo aun y en los casos en que los lideres y partidos de izquierdas han alcanzado el poder se ha presentado la disyuntiva de que al no tener el control de la economía y los medios de producción y como estos continúan, todavía, estando bajo el control de sus dueños, entonces las luchas económicas y de clases han dado origen a un estancamiento de la economía y este a su vez ha dado origen a luchas y desequilibrios sociales que no han permitido el avance de la sociedad y la economía y por tanto han sido un freno al crecimiento y al bienestar de la gente.

Cuando una sociedad no dispone de los capitales y recursos suficientes para desarrollar el capitalismo, para de esa forma crear riquezas para ir aumentando los niveles de distribución entre la gente, como ha ocurrido, por ejemplo, en Cuba, entonces aunque haya la voluntad de crear riquezas para distribuirlas, ello no es posible porque los niveles de producción al ser bajos, por la insuficiencia de capitales, por eso al momento de distribuir esos bienes y riquezas los mismo son insuficientes para la mayoría.

Por eso, el crecimiento y desarrollo de un capitalismo con un rostro mas humano debe ser un objetivo puntual y permanente entre los lideres de los países capitalistas que buscan equilibrar las economías de sus naciones, ya que ello deberán tener muy presente que donde no hay producción capitalista, sea esta de carácter social o privado, no hay posibilidad de profundizar los niveles de distribución de bienes y riquezas, por eso el escenario mundial en que se desarrolla la crisis global y sistémica debe ser el punto de partida para que los dos sistemas políticos que rigen al mundo estén conscientes de que sólo una distribución mas amplia de las riquezas que produce la humanidad es la garantía principal para ir superando los niveles de pobreza e injusticia social en el mundo, y además deben de tener presente que la actual crisis global exige como condición necesaria para dar inicio al proceso que posibilitara su superación, la profundización de los niveles de distribución de las riquezas entre una mayoría en el mundo cada vez mas pobre y una minoría que dispone y disfruta, sin limites, de las riquezas nacionales a expensa de la primera.

Si estas reflexiones llegaran a los gobernantes y sectores económicos y políticos que tienen poder de decisión en el mundo y las mismas llamaran la atención de ellos, sobre la necesidad que tiene la humanidad de contar con lideres y dirigentes solidarios con sus naciones y con sus ciudadanos, entonces estaremos satisfechos porque habremos conseguido el objetivo que ha dado origen a este trabajo.

Evelio Arroyo es Sociólogo, Abogado y Escritor

2009-04-12 14:58:43