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Por Cristóbal Chávez Bravo
SANTIAGO, 14 abr (Xinhua) -- Chile levantó hoy jueves la obligatoriedad del uso de la mascarilla en espacios abiertos en los territorios con positivo escenario epidemiológico, tras dos años conteniendo la pandemia ocasionada por la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19), aunque autoridades y expertos llaman a la cautela para evitar rebrotes.
Esta medida es parte del plan "Seguimos cuidándonos, paso a paso", el programa sanitario para enfrentar la COVID-19 en el entrante Gobierno chileno que asumió funciones en marzo pasado.
"El uso de la mascarilla es obligatorio, ese es el llamado. La excepción es que en espacios abiertos donde hay más de un metro de distancia entre personas se puede dejar de usar, pero lo importante siempre es protegerse", explicó este jueves la ministra chilena de Salud, Begoña Yarza.
Chile adoptó esta medida cuando totaliza 3.522.422 contagiados con la COVID-19 y 57.167 muertos por causas relacionadas con la enfermedad.
La nación austral también suma menos de 4.000 casos diarios en promedio, tras presentar picos de más de 38.000 contagios en una sola jornada en febrero de este año.
Para la máster en epidemiología clínica, Vivienne Bachelet, la medida es "razonable" porque "las personas ya llevan dos años usando mascarilla y finalmente están entendiendo por qué es importante el uso".
"Las personas tienen que entender en qué momento sí hay riesgos y en qué momentos no hay. Al estar en espacios abiertos, lejos de otras personas, es un espacio ventilado y claramente no es una circunstancia riesgosa", indicó la académica de la Universidad de Santiago de Chile.
Bachelet destacó que el país sudamericano vive un momento favorable de descenso de la curva de contagios, aunque recordó que también el país anota más de 400 hospitalizados en unidades de cuidados intensivos por la COVID-19 y varias decenas de muertes "que lamentar cada día".
"Tenemos que saber convivir de la manera más provechosa posible con las mascarillas, probablemente por muchos años, aún. Y quizá también frente a otros patógenos, no solamente al SARS-CoV-2", agregó.
Por su parte, para la enfermera y académica de la Facultad de Salud y Odontología de la Universidad Diego Portales de Chile, Dennisse Brito, el rebrote en algunos países de Asia y Europa provoca un "grado de preocupación de flexibilizar el uso de la mascarilla".
"Por otro lado el aumento de trastornos y patologías de la salud mental han hecho pensar que el uso de la mascarilla, que tan simple se puede ver, claramente afecta a las relaciones humanas, al crecimiento y desarrollo de niños y jóvenes", agregó la también fundadora de la Sociedad Científica de Enfermería Familiar y Comunitaria de Chile.
"Quizá no lo vamos a saber hoy día si era el momento adecuado o no, quizá lo vamos a saber en dos o tres meses", aseveró sobre el impacto de esta nueva medida.
"Estamos en un momento de más tranquilidad, pero por otro lado viene el invierno, otros riesgos, otros virus. Es bastante complejo dar una respuesta definitiva", dijo la experta.
La reformulación del plan sanitario chileno incluye tres fases (bajo, medio y alto impacto sanitario) que se han determinado con base en criterios sanitarios y de prevención, tales como circulación comunitaria del virus, impacto en las redes asistenciales y la posibilidad de enfermedad grave o fallecimiento de las personas contagiadas.
En el de bajo y medio impacto se permitirá no usar mascarillas en espacios abiertos donde sea posible mantener una distancia física superior al metro, pero seguirá siendo obligatoria en recintos cerrados.
Mientras que en la fase de alto impacto, la más grave de los escenarios centrales que maneja el nuevo plan, el uso de mascarillas será obligatorio en cualquier sitio.
En la actualidad, en todas las comunas de las 16 regiones chilenas se levantó la obligatoriedad del uso de mascarilla, debido a que están categorizadas entre bajo y medio impacto sanitario.
Sin embargo, el pase de movilidad que acredita la vacunación completa, más una dosis de refuerzo contra la COVID-19, seguirá siendo obligatorio para asistir a espacios cerrados y concurridos.
