Opiniones

EL TIRO RAPIDO

Mario Rivadulla

Lunes 8,06,09

REFUGIO DE INDESEABLES

Tiene un nombre sugestivo= Joseph Christian Fontana. Le cuadraría a un personaje de novela o a un artista de cine. Ni una cosa ni la otra. Algo mucho más prosaico. Siniestro, más bien. El de un fugitivo de la Justicia Norteamericana sobre el que pesan graves acusaciones=haber abusado sexualmente de no menos de veinticinco menores de edad y estar involucrado en una cantidad igual de casos en que se dedicaba a la práctica aberrante de mostrar a otros sus órganos genitales.

Ex infante de marina, Fontana se encontraba huyendo de las garras del FBI desde el año 2001. ¿Y dónde mejor acomodo podía encontrar que en suelo dominicano? El personaje de marras se aposentó en Cabrera donde llevaba una vida al parecer muy placentera, muy quitada de bulla, haciéndose pasar por un oficial retirado de las fuerzas armadas de su país. Una existencia idílica que acaba de finalizar abruptamente al ser apresado en una operación conjunta del FBI y la DNCD. Ahora, sin necesidad de pasar por los trámites de un expediente de extradición, Fontana será enviado a su país de origen por vía de simple deportación para ser juzgado por tribunales federales norteamericanos, mientras aquí andaremos a la caza de averiguar si continuó sus prácticas aberrantes con menores criollos.

La dolorosa moraleja reiterada de este episodio es la forma con que en nuestro pais encuentran conveniente acomodo toda serie de elementos perniciosos. La canalla peor del bajo mundo internacional. Capos del narcotráfico, jefes mafiosos, atracadores, estafadores a gran escala, elementos requeridos por numerosos crímenes en sus respectivos países de origen, buscados afanosamente por la INTERPOL. Desde unos hermanos Beníez, defraudadores de Medicare Norteamericano por más de cien millones de dólares, hasta el jefe de la organización criminal conocida como camorra napolitana al que se le atribuyen nada menos que 99 asesinatos. Y naturalmente, desperdicio moral como este Fontana, sumido hasta el cuello en todas las desvíos y enfermizos excesos sexuales, proxenetas, pervertidos y pervertidores. Todo esto sin contar la facilidad con que sicarios extranjeros asociados a criollos al parecer entran y salen del país sin mayores dificultades después de cumplir sus contratos asesinos.

Lamentablemente hay que admitir que somos muy vulnerables o complacientes o cómplices, según el caso, para franquearle espacio a estos indeseables que no solo encuentran refugio en territorio dominicano con muy escaso margen de riesgo, provistos de cédulas de identidad falsas, sino que en muchos casos continúan desde aquí manejando sus turbias operaciones. Indispensable por consiguiente, que seamos más estrictos y cuidadosos en permitir la entrada al país de estos elementos sin verificar sus antecedentes para evitar el seguir siendo invadidos por tantos maleantes y criminales internacionales. Que con los propios, estamos más que bien servidos.

2009-06-09 14:32:06