Lunes 6,07,09
CEMENTERAS, NIZAO Y LA FRONTERA
En días pasados, al reunirse en el Palacio Nacional con directores de la prensa escrita y un grupo seleccionado de comentaristas de medios electrónicos para ofrecerles algunos detalles de la venta del 49 por ciento de las acciones de la Refinería Dominicana de Petróleo a la estatal venezolana PDVESA así como las razones que impulsan al gobierno a realizar esa operación, el Presidente Leonel Fernández se refirió también a la controversial instalación de una planta de cemento en terrenos cercanos al Parque Nacional de Los Haitises, cuya ejecución se encuentra suspendida al presente por un fallo judicial.
El mandatario, procediendo con espíritu salomónico, informó que su gobierno se estaba dirigiendo a organismos ambientales de las Naciones Unidas para solicitar el envío de técnicos que pudieran hacer un diagnóstico sobre la posible viabilidad del proyecto desde una óptica ecológica, determinando si su instalación es conveniente y su operación no ofrece riesgos para esa gran reserva natural, sobre todo el acuífero que suple gran parte del agua que consumen la capital y la región Este y que según técnicos que lo cuestionan resultaría gravemente afectado por la explotación minera.
De paso, el mandatario incluyó en ese trabajo diagnóstico que será acogido por su gobierno como fallo definitivo, otro proyecto similar en Luperón. Causó sorpresa la involucración de éste, mucho menos publicitado, por cuanto se consideraba desechado después que la propia Secretaría de Estado de Medio Ambiente y Recursos Naturales había emitido un dictamen desfavorable y negado el permiso para su instalación.
Sin dudas, como señalamos en su oportunidad, la decisión del Presidente Fernández abrió un oportuno y necesario compás de espera en torno a la controversial instalación de la planta cementera en un área de la comunidad de Gonzalo, que se asegura se encuentra a una distancia de 3.5 kilómetros de los límites del Parque Nacional de Los Haitises. Esto así, en momentos en que el debate en torno al caso iba desbordando cada vez el marco estrictamente técnico para contaminarse de pasión, politización y amagos de violencia.
Rompe esa tregua sin embargo y causa justificada preocupación, el hecho de que la empresa que promueve la debatida cementera, no obstante haber dicho en principio que acogía el fallo judicial que dispuso la suspensión temporal de su instalación sujeta a informes técnicos definitivos, ha estado enviando actos de alguacil a moradores de la comunidad de Gonzalo que serían desalojados para dar paso a la misma. No deja de llamar la atención el hecho de que entre las personas que han estado recibiendo el citado apremio figuran mayormente aquellos que han manifestado oposición al proyecto, algunos de los cuales llevan décadas residiendo en la zona. Obvio que esta actitud contradictoria pudiera encender nuevamente los ánimos en torno a este debatido caso..
En otro orden, Medio Ambiente y su incumbente, quien llegó al cargo con bien ganado prestigio como hombre preocupado por la conservación de los recursos naturales y la sostenibilidad ecológica, tienen por delante mucho camino que recorrer y un gran trabajo que realizar, desde la recuperación del empobrecido e importante río Nizao sometido por años a la más irresponsable depredación hasta poner freno a la deforestación que según el propio Fernández Mirabal llevan a cabo dominicanos y haitianos en la vulnerable y estrategica región fronteriza. De esperar que su gestión, de la que también depende en gran parte su futuro político, esté a la altura de los retos que plantea la necesidad cada vez más apremiante de proteger los recursos naturales frente a la presión de los intereses que se mueven en este campo cuya voracidad desenfrenada no conoce más límites que su infatigable codicia.
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2009-07-07 14:33:31
