Miércoles 15,07,09
LA FORTUNA ES LOCA
Mario Rivadulla
Puede apostarse a seguro que cuando el padre Billini creó la Lotería Nacional, no para estimular los juegos de azar sino con la finalidad altruísta de acopiar recursos a fin de destinarlos a obras de bien social, nunca imaginó que andando el tiempo se convertiría en una fuente de corrupción. El historial de esa institución, salvo justas excepciones, está plagado de actos dolosos y de enriquecimiento ilícito.
Todavía está fresco en la memoria el caso del muy afortunado y al parecer bien respaldado aventurero haitiano Marzouka, quien acusado de operaciones turbias y millonarias a la sombra de la misma, logró su traslado a una clínica, dizque aquejado de una prolongada diarrea de varias semanas digna de figurar en el famoso libro de récord Guinnes, hasta que se fugó en compañía de su custodio. Posteriormente, pese a haber sido declarado prófugo por la Justicia Dominicana, reapareció un buen día en una fiesta efectuada en nuestra sede diplomática en Puerto Príncipe, donde fue la figura central del ágape. En éste, como un moderno rey mago, se asegura que repartió toda clase de costosos regalos, incluyendo electrodomésticos. Su rastro más reciente lo sitúa en Brasil donde al parecer cometió también alguna fechoría por la cual habría sufrido arresto a manos de la policía carioca.
Pero tampoco el padre Billini pudo soñar que entre sus sucesores encontraría un personaje muy creativo, quien durante las pasadas fiestas navideñas dispuso de más de treinta millones de pesos del patrimonio de la Loteria como si fuesen dineros de su propiedad, para repartirlos graciosamente entre los congresistas con la alegada y tierna finalidad de comprar juguetes para niños pobres. Salvo contadísimos legisladores, los demás participaron del alegre botín.
Ahora este mismo personaje hace gala nuevamente de su gran ingenio al anunciar a bombos y platillos que en lo adelante la Lotería no solo venderá billetes como tradicionalmente, sino que agrega tres nuevas loterías, encubiertas bajo el término muy comercial de ´´productos´´, todos con nombres muy sonoros: el Billete Electrónico con 140 millones de pesos semanales en premios para lo cual se montarán 750 máquinas en adición a las muchas ladronas de un solo brazo que ya existen; el Zodíaco Millonario, donde según su entusiasta creador todos podremos jugar ´´hasta nuestro signo zodíacal´´ y una tercera apodada ´´La Solidaria´´.
Sin dudas se trata de una genialidad, que reiteramos, nunca pudo alcanzar en su mucho más limitada capacidad intelectual y escasa visión comercial el padre Billini, para incrementar el vicio del juego, sacarle más cuartos del bolsillo a la gente particulamente los de más bajos ingresos que son los que siempre andan a la caza de un golpe de suerte y que en muchos casos, llegan a sacrificar hasta productos básicos de la canasta familiar para alimentar su engañosa ilusión.
Con estas nuevas modalidades que contribuyen a distorsionar más el papel que corresponde a la Lotería Nacional, inspiraron su creación y justifican su permanencia, el pueblo pobre cada día será más pobre y esa institución dispondrá cada vez de mayores recursos para satisfacer la voracidad clientelista que antes dejó en indigencia e inoperancia el INESPRE y para el venidero diciembre, aumentar la generosa dádiva otorgada la Navidad pasada a los señores legisladores que participaron del bien servido festín conque les obsequió su Administrador General.
¿Mayor pérdida de valores? ¿Estimulo al ya muy extendido vicio de los juegos de azar? ¿Nuevas formas de saquear el bolsillo de la gente siempre a la caza del elusivo golpe de fortuna? No, hombe. No seamos injustos. Una mentalidad brillante, creativa y genial dedicada a alimentar la ilusión de alcanzar riqueza sin esfuerzo mientras empobrece a muchos miles de incautos.
A jugar se ha dicho que la fortuna es loca y a cualquiera le toca.
2009-07-16 13:50:31