Opiniones

Funcionarios Gubernamentales

Autor: Heriberto Santos

Nuestro país espera que las instituciones gubernamentales sean dirigidas por personas sensatas, con dones de solidaridad, sensibles, educados, respetuosos, que no les cueste ponerse en los zapatos de la gente, pero sobre todo comprometidas con el cambio.

Es un requisito que el país cuente con funcionarios, hombres y mujeres, capaces de interpretar la historia y transformarla, de devolver la esperanza pérdida, de reconstruir no solo lo tangible sino la dignidad de las personas. No se debe tolerar en ningún gobierno el despotismo, los privilegios, los irrespetos, los favoritismos, la corrupción, entre tantos cánceres

En estos últimos meses, esos mismos funcionarios que están siendo rotados de una institución a otra, nos han tratado de convencer de que la genialidad de nuestras autoridades impidieron consecuencias económicas graves provocadas por la crisis internacional, manipulando resultados, alterando métodos y mediciones nos hicieron creer que este paraíso no era ensalzado simplemente por la pasión política de sus opositores o por los medios de comunicación. Hoy en día los indicadores pueden decir cualquier cosa, pero la realidad es ya espantosa y se siente más en las zonas periféricas y en las provincias alejadas de los centros de la ciudad, en donde el desempleo y la recesión económica no pueden ser ya disimulados.

Este gobierno ha tenido cinco años para mejorar la calidad de vida a los dominicanos, pero los resultados han sido pocos halagadores, lo que con luminosidad quedó a la vista de todos fue el aumento desproporcionado de la brecha entre ricos y pobres. No es lujo lo que la gente común y normal necesita, quiere para vivir un empleo decente, un sistema educativo de calidad, una casa digna, un espacio vital para entretenerse de manera sana y segura, y caminar tranquilamente por las calles sin el temor a ser atracados.

El gobierno debe inyectar más fondos del presupuesto al área social y económica para aliviar la carga familiar. Sólo invirtiendo dignamente e integralmente en la familia se sentarán las bases para la construcción de un estado solidario, fuerte, seguro, próspero y al servicio de la gente.

El pueblo debe seguir exigiéndole a estos funcionarios condiciones sociales, económicas y culturales básicas para vivir decorosamente y esto sólo será posible si los funcionarios son administradores idóneos en los cargos, cercanos a la gente, honestos, educados, respetuosos de los derechos laborales, entre otras obligaciones.

heri162001@gmail.com

2009-08-20 17:00:30