Mario Rivadulla.
Viernes 28,08,09
CORRUPCION CAUSA DE POBREZA
En más de una ocasión, sobre todo en los tiempos postreros de la existencia del siempre bien recordado Miguel Cocco declaró de manera enfática que la corrupción era la principal causa de la pobreza en el país. Ahora, a pocos meses de su lamentada desaparición, en un foro que ha reunido a Pavel Isa, Isidoro Santana, Francisco Checo y otros destacados economistas, los mencionados coinciden en reiterar esa afirmación concluyendo en que la corrupción es la principal causa del estado de extrema marginalidad en que se desenvuelve la existencia de cientos de miles de familias dominicanas.De cierto que si pudiéramos juntar todo el dinero que aquí se ha malversado y dispendiado tan solo desde Trujillo hasta nuestros días, otro muy distinto sería el panorama nacional. Muy diferente la condición de vida de tantos dominicanos que navegan entre la pobreza y la miseria más absoluta, y lo que es peor del brazo de la desesperanza.
Conste que no estamos hablando solo de funcionarios deshonestos y políticos aprovechados. La corrupción de que hablamos va mucho más allá, es de mucha mayor latitud. Es la que ha ido permeando y contaminando cada vez más el tejido social del país, todas las instancias de poder y estructuras sociales. Corrupto no es solo el funcionario público que ocupa un cargo no para servir como es su deber, sino para servirse en beneficio propio, de sus familiares y allegados No es únicamente utilizar la influencia del poder para el negocio turbio, la sobrevaluación de una obra, el cobro de comisiones en perjuicio del Estado, la extorsión para otorgar una licencia, un permiso, el soborno para violentar el orden legal acomodándolo a la conveniencia de quien paga por ello.
Lo es también el congresista que vende su voto al mejor postor. El que cobra sin asistir a sesiones sin ninguna justificación. El regidor que cambia las normas municipales a capricho o las ignora cuando hay dinero por medio. Es el contrabandista y el que subvalúa en la aduana. Es el empresario que evade sus responsabilidades fiscales y no paga la Seguridad Social. El fabricante que lanza al mercado productos de inferior calidad asegurando que son de primera y cobrándolos como tal. El comerciante que engaña a los consumidores con sobreprecios escandalosos y artículos vencidos. El médico que desconoce el Juramento Hipocrático. El abogado que viola su código de ética y traiciona a su representado. El ingeniero que construye con materiales de inferior calidad para ganar más a costa de la buena fé y hasta la seguridad de los adquirientes. El periodista que coloca voz y pluma al servicio de intereses espurios. El juez que pone precio a sus fallos. El trabajador que no hace su labor a conciencia. El agente del orden, el militar que deshonrando el uniforme se ponen al servicio de la criminalidad que están supuestos a combatir. Lo es también, ¿por qué no? quien se roba la luz en perjuicio de quienes la pagan. En fin, todos aquellos que sin importar el lugar que ocupen en la sociedad, la labor que desempeñen ni la medida en que lo hagan violan los más elementales principios éticos y normas morales.
No estaba errado Miguel Cocco, no lo están quienes al igual que él, afirman que la corrupción es la principal razón de la pobreza de tantos. Una corrupción que se ha ido introduciendo por todos los poros del cuerpo social, contaminando, pervirtiendo, degradando, provocando una grave inversión de valores a la que es preciso poner freno ante de que haga metástasis y convierta el sueño de patria de Duarte, Sánchez y Mella en una simple, irreconocible y repulsiva caricatura.
TELEDEBATE. Telefuturo. Canal 23. ?teledebae(a)hotmail.com?
2009-08-31 17:00:41