Mario Rivadulla
Miércoles 3,09,09
FALTA EL PUNTO DOCE
Ayer culminó felizmente la primera fase del diálogo entre la directiva del Colegio Médico Dominicano y las autoridades sanitarias encabezadas por el titular del ramo, doctor Bautista Rojas Gómez. Tan al parecer cordialmente transcurrió la jornada, que monseñor Agripino puso énfasis en destacar el rostro y el lenguaje sosegados que exhibió el por lo general hosco de imagen y belicoso de palabra presidente del gremio de los galenos, Waldo Ariel Suero. Con justificado entusiasmo, el rector de la PUCAMAIMA anunció que se habían consensuado once puntos y nombrado sendas comisiones que conjuntamente con un técnico de la Secretaría de Hacienda se abocarán a evaluar el espinoso tema del aumento salarial y la fórmula, casi mágica tomando en cuenta la significativa baja en los ingresos del gobierno, de donde saldrán los fondos para sustentar el alza.
De justicia es reconocer que por nueva vez, monseñor Núñez Collado rinde un eminente servicio a la sociedad en su labor de mediador. Desde el principio, dijimos que lo que no lograse él en ese papel, no lo lograría nadie. Venciendo todos los obstáculos, haciendo gala como siempre de una paciencia, habilidad diplomática y tenacidad singular ha ido conduciendo el debate, convertido en interminable y cada vez más incendiaria disputa, hacia el que parecía en sus inicios imposible campo de las coincidencias concertadas. Hay que felicitarlo por ello. También hacerlo con los doctores José Joaquín Puello y César Mella, quienes aportaron su prestigio, tiempo y dedicación para contribuir a aliviar tensiones y propiciar el acercamiento.
Entre los once puntos acordados hay uno que pudiera interpretarse una especie de premio de consolación o de desagravio para los pacientes que en el curso de docena y media de huelgas hospitalarias a lo largo de año y medio, se vieron privados de las vitales atenciones de salud. Es la eliminación de la llamada ?cuota de recuperación?. Una buena medida a favor de quienes viven en continuo concubinato con la pobreza.
Ahora bien, nos parece que en la agenda de los once puntos consensuados, falta uno esencial. Es el compromiso formal y sagrado de que en lo sucesivo, cualesquiera que sean las demandas o las diferencias entre los agentes del sistema de salud, se buscará la solución a través de mecanismos que excluyan por y para siempre, los paros hospitalarios. Que nunca jamás, como de manera redundante reza un párrafo de la Constitución, ningún enfermo se vea privado de las atenciones profesionales y hospitalarias que es obligación del Estado garantizarle y de los médicos prestarle. Que el paciente deje de ser considerado ?cliente?, como con absurdo término mercantilista lo identifican en la Ley de Seguridad Social, rehén o víctima inocente de los conflictos del sector. Que se le reconozca como lo que es y debe ser: el eje alrededor del cual debe girar todo el sistema de salud y se le trate como tal.
Ojalá sea tomado en cuenta y aprobado este esencial punto doce del que a nuestro juicio cojea la agenda tan exitosamente consensuada por monseñor Agripino Núñez Collado con la ayuda de José Joaquín Puello y César Mella, quien cuando presidió la directiva del propio Colegio Médico desterró de su accionar las prácticas huelgarias que tantas inconveniencias han ocasionado a los pobres pacientes pobres y tan mala imagen le han reportado a ese gremio en una lucha cuyos reclamos, sin embargo, cuentan con simpatía y respaldo de la gran mayoría ciudadana.
TELEDEBATE. Telefuturo. Canal 23. ?teledebate(a)hotmail.com?
2009-09-03 15:40:09
