SANTO DOMINGO, el 31 de marzo de 1905, el presidente Carlos Morales Languasco, dispuso por decreto que un funcionario nombrado por el Presidente de Estados Unidos, se encargue de cobrar los impuestos de las aduanas para ser distribuidos de manera proporcional.
En virtud del decreto, se aplicaría lo que fue denominado como un Modus Vivendi.
Según la medida, el Gobierno dominicano recibiría 45 por ciento y el restante 55 por ciento para pagar los empleados de las aduanas y para ser depositado en un banco de Nueva York, cuyo depósito quedaba a beneficios de todos los acreedores de la República Dominicana, tanto dominicanos como extranjeros.
La medida recibió el apoyo de los acreedores de Europa, porque Estados Unidos les garantizaba el cobro de sus acreencias.
En tanto, en el país se produjeron reacciones de protesta.