Por: Enrique Alberto Ramírez Periodista
Alberari@Hotmail.com
El tema haitiano en nuestro país se pone cada día más engorroso de tratar, lo que obliga a considerar con ¨pinzas¨ la manera de exponerlo al público so pena de ser víctima de acusaciones de racismo o simplemente de anti haitianismo.
El país esta siendo fruto de una invasión pacífica de haitianos, sobre todo de indigentes, sin que nadie se atreva a ponerle freno, ni se atreva a enfrentar esta situación, debido a la posición de chantaje de las grandes potencias, que aún siendo mucho más xenófobos y racistas que nosotros; y que imponen mayores controles en la emigración de extranjeros a sus respectivos países, nos viven amenazando con sanciones.
No soy opuesto a una amplia apertura del país a favor del ciudadano de Haití, pero ¡por Dios! Con controles.
De lo que se trata es de impedir que un gran número de pordioseros haitianos que han tomado las calles de la Ciudad de Santo Domingo, se sumen a los dominicanos que se mantienen arrabalizando las vías públicas, colocando anafes para freidurías y convirtiéndola igualmente en mercados ambulantes. O niños y mujeres con niños cargados, perturbando el transito vehicular mientras piden ayudas económicas.
Los turistas se llevan esa imagen y la difunden sin distinguir si son ciudadanos dominicanos o haitianos, pero lo cierto es que sobre todo los de cruceros, prefieren no venir al país, por el exceso de mendigos que los aborda, lo que no se ve en otras islas, pese a que son mas pobres que nosotros.
Los dominicanos no entendemos a los haitianos, su dialecto francés, el creole, nunca ha sido un idioma atractivo para los dominicanos y no es precisamente por racismo, sino, porque nuestro interés de progreso no esta fijado, por ahora hacia Haití, sino hacia Estados Unidos o Europa.
Sin embargo, considero necesario que los dominicanos comiencen a prepararse en esta carrera que ganan los haitianos, porque la mayoría de esos ciudadanos hablan y entienden el idioma español, mientras nosotros nos quedamos atónitos ante sus conversaciones. Los haitianos residentes en el país pueden planificar cualquier situación delante de los dominicanos sin que estos les entiendan y eso no puede continuar así.
Los dominicanos estamos obligados a aprender a hablar el creole y estimo que ya es tiempo de que en nuestras escuelas, al igual que el idioma ingles lo adopte como materia básica, es la única garantía que tenemos para encarar el futuro que nos toca con una sobrepoblación haitiana que amenaza inclusive la propia etnia dominicana.
2009-09-07 20:51:36