Cada vez son menos el numero de personas que confían en que los cambios políticos y económicos que demandan las sociedades actuales sea una tarea a realizar por el ?modelo de hombres? que esta produciendo el mundo actual, ya que la mayoría de hombres que están dirigiendo el mundo se sienten mas inclinados por agenciarse el rol de protagonistas principales del acontecer político, económico y social de sus naciones, lo que a su ve se traduce en concentración de poder para si mismos y para los grupos que lo sustentan en la tarea de debilitar la eficacia del Estado en favor de sus ciudadanos. Por esa razón, el mundo esta asistiendo a presenciar el hecho de que la mayoría de dirigentes que se han visto favorecidos por sus conciudadanos para ocupar espacios y posiciones en la jerarquías de poder han faltado al compromiso de servir sus naciones y a sus conciudadanos.
Este comportamiento de manejo del poder, de forma personalista y egoísta por los grupos y elites que controlan los mecanismos de poder no es exclusivo de ninguno de los dos mundos ideológicos que se disputan el escenario económico, social y político del mundo, ya que ambas corrientes políticas e ideológicas buscan argumentos para permanecer en el control del Estado y al parecer sólo aparentan estar interesados en su preponderancia y dominio y control de los mecanismos de poder del Estado para satisfacer sus deseos de riquezas, en unos y los deseos de dominio político, en otros.
A los dueños del capital, como representantes de ese sistema económico y político, sólo parece interesarles el crecimiento de sus riquezas, comportamiento que viene arrastrando a partir de su surgimiento en Europa, mas específicamente a partir de la revolución francesa, que termino con los vestigios de la sociedad feudal para darle pasó al capitalismo industrial y financiero. Esa característica del capitalismo de concentrar mayores cantidades de riquezas en menos manos y de ir disminuyendo los niveles de distribución de bienes que debe favorecer a los mas amplios sectores de la sociedad burguesa es lo que ha dado origen al debilitamiento histórico que arrastra el sistema a través de los años y que se ha visto agravado con la crisis global actual.
Por eso, la miseria y la violencia ya no son exclusivas de la mayoría de los países pobres que forman parte del planeta tierra, si no que en la actualidad la pobreza y la violencia han alcanzado a los países que tienen mayor grado de desarrollo de sus fuerzas productivas y por tanto de su sistema económico y político, por ello se hace necesario mayores niveles de visión, comprensión y compromiso de los grupos elites de los países desarrollados, porque si no hay un compromiso para mantener la estabilidad de los gobiernos y los estados nacionales , se corre el riesgo de ver un debilitamiento mayor de los sistemas económicos e ideológicos que sirven de sostén a la producción de las riquezas nacionales, que en la actualidad permiten la estabilidad social y político del mundo.
Los niveles de descomposición social, pobreza y violencia que vive el mundo no esta permitiendo que las reparticiones de mercados económicos en el escenario mundial puedan poner freno a la crisis actual del capitalismo, ya que esa repartición no es una garantía para que la producción de riquezas a escala ampliada se materialice, ya que la crisis global que hoy enfrenta el capitalismo sólo tiene solución si el gran capital mundial toma consciencia que la presente crisis no tiene posibilidad de solución si no se amplían los volúmenes de producción a escala mundial con el objetivo de que el aumento de esos volúmenes de riquezas ayuden a ampliar los niveles de distribución de bienes de consumo y servicios, representados en los mayores niveles de bienestar que puedan recibir los ciudadanos a través de mayores niveles de ayuda a la educación, la salud, la alimentación y la seguridad social. En ese mismo tenor la distribución de mayores niveles de riquezas entre los ciudadanos debe también consagrar mayores recursos económicos para hacer frente a la contaminación del medio ambiente y al calentamiento global, que esta destruyendo gran parte del planeta. Una mayor asignación de recursos a enfrentar el deterioro del medio ambiente es una condición necesaria, además, para crear las condiciones de conseguir mayores niveles de producción en tierras apropiadas para el cultivo rubros agrícolas que vienen a favorecer el consumo de la gente.
La otra cara de la moneda es el otro mundo ideológico que gobierna al mundo; este otro mundo ideológico ha justificado su presencia frente al Estado haciendo prevalecer los aspectos ideológicos y militar, por encima de los demás aspectos. El control político, ideológica y militar que ha ejercido el socialismo ha tratado de ser justificado con el argumento de su lucha por hacer prevalecer los derechos de la mayoría a disfrutar de las riquezas nacionales, sin embargo el control ideológico, político y militar puesto en practica en las sociedades socialistas, hasta ahora conocidas, ha perdido de vista que los mismos ciudadanos que dice defender y proteger son los primeros en ver disminuir los niveles de libertades económicas, políticas e ideológicas, producto de que la propia naturaleza cerrada, de fuerza y de control social, que caracteriza a ese modelo de gobierno y de sociedad, limita los aspectos que dice defender.
La imposición de control y dominio a la sociedad ha sido la forma de actuación que ha caracterizado a las elites políticas e ideológicas del socialismo, sin embargo esa forma de control parece ser el mayor obstáculo para que los diferentes grupos sociales puedan hacer prevalecer sus aspiraciones económicas y sociales y este se ha convertido en un desafío que hasta ahora no ha tenido respuesta en el socialismo.
La libertad como aspiración y expresión de la mayoría de personas que conforman una sociedad pasa por aspiraciones que cubren todos los ámbitos de la sociedad, por eso los controles sociales, políticos, militares e ideológicos que emanan del socialismo como sistema, que organiza a la sociedad conforme a la voluntad de una elite política dirigente, está perneada por y dominada por los designios de los grupos elites , que con objetivos diferentes a las elites capitalistas controlan los mecanismos de poder con el objetivo de imponer la ideología que garantice a los grupos elites su dominio y control sobre el resto de la sociedad.
Ese afán de control social y político, sin límites, que caracteriza a las elites del socialismo sólo conduce a ese tipo organización social a una sola dirección: Restricción de las libertades ciudadanas. El socialismo, como modelo de sociedad, se fundamenta en el aspecto ideológico y político para ejercer su dominio de la sociedad y es a través de ese dominillo y control como logra establecer su modelo social e ideológico de dominación.
El capitalismo, en cambio, fundamenta su modelo de sociedad en el control y dominio de la economía y los medios de producción, lo que a su vez le permite el dominio político e ideológico de la sociedad. Este tipo de control político y economito es lo que permite, a su vez, al capitalismo imponer su modelo social e ideológico, en donde los intereses egoístas y particulares de los ciudadanos alcanzan gran esplendor.
Tanto el capitalismo como el socialismo tienen métodos de comportamientos para hacer prevalecer el modelo de sociedad que promueven, sin embargo ambos modelos adolecen de la misma falla; Los niveles de distribución de riquezas son muy limitados para la mayoría de sus ciudadanos. El socialismo, en los países en vías de desarrollo, se ve limitado para alcanzar mayores niveles de producción y de distribución de bienes y riquezas, por que su escaso desarrollo capitalista no se lo permite y porque la forma de control y dominio político de la política, la economía y la ideología, que caracteriza a ese modelo de sociedad limita el crecimiento de sus fuerzas productivas, lo que a su vez imposibilita el crecimiento y desarrollo de su modelo económico y político, por eso los ensayos socialistas de los países en vías de desarrollo mas que crecimiento y bienestar de sus gentes lo que han dado como resultado es mayor estancamiento económico y mayor control de la sociedad.
¿Existe lucha de clases en el socialismo? La historia no para su proceso progresivo, por eso sus ruedas siempre están en marcha. Por eso la lucha de clases es una realidad tanto en el socialismo como en el capitalismo. La diferencia se da en el hecho de que en el modelo socialista la lucha de clases disminuye su intensidad, debido al control ideológico y político que ejercen sobre la población sus elites políticas, sin embargo las aspiraciones y deseos de avanzar hacia estadios de mayor progreso y bienestar por parte de la gente es una realidad social latente, en donde este modelo de sociedad ha prevalecido.
En el capitalismo la lucha de clases tiene mayor intensidad que en aquellas sociedades donde ha prevalecido el socialismo, sin embargo al haber, en el capitalismo, mayor diversidad de las ideas y mayores niveles de participación social de la gente en el proceso económico, político y social, ello hace posible que las aspiraciones y deseo de los ciudadanos tengan mayor posibilidad de materializarse o de convertirse en realidad.
La lucha de clases es una realidad en ambos modelos de sociedad, sin embargo la forma de control social y político en el socialismo frena y limita las aspiraciones y lucha de clases y ello, a su vez, limita la diversidad cultural y creatividad de la población, por eso el capitalismo, como sistema, continua aventajando a su adversario en este aspecto.
Evelio Arroyo es sociólogo, abogado y escritor
2009-09-08 14:36:50
