Efemerides, Portada

Palabras del presidente del Instituto Duartiano, Dr. Wilson Gómez Ramírez, en las honras fúnebres del profesor José Joaquín Pérez Saviñón

  • Doña Mercedes Peña viuda Pérez Saviñón,
  • Señores Patricia y Alejandro Moliné Peña, y demás familiares del Prof. José Joaquín Pérez Saviñón;
  • Directivos, miembros y servidores del Instituto Duartiano;
  • Señor Miguel Fersobe Pichardo, presidente, y demás miembros del Consejo   Directivo Nacional de la Asociación de Scouts Dominicanos;
  • Señoras y señores,
  • Hermanos en la Patria y en Duarte:

Asistimos a este lugar, denominado cementerio o camposanto que tiene, entre sus acepciones aquella que dice: “lugar para dormir”; en verdad, en el caso que hoy nos trae a este lugar, se trata de un espacio que nos permite la serena reflexión en torno a un ejemplo de una vida consagrada al bien, a privilegiar el interés nacional y a luchar por el engrandecimiento patrio…

Aquí estamos amigos, celebrando la vida de un ser humano de gran trascendencia, de una figura refulgente, de un sembrador de conciencia patriótica; aquí estamos todos, absortos ante la misteriosa última característica de la vida del profesor José Joaquín Pérez Saviñón, émulo de Juan Pablo Duarte y Díez, propagador de su ideal, de vida obra y ejemplo, ingresamos juntos al Instituto Duartiano, por lo que fuimos testigos de excepción de los alcances de su formidable patriótica labor.

José Joaquín Pérez Saviñón, muy temprano se incorporó al trabajo social, impulsado por una marcada vocación de servicio y por sólida formación cristiana, lo que, en el tiempo, se potencializó, incorporándose a nobles tareas como la defensa al medioambiente y la plantación de miles árboles en áreas estratégicas; la formación de la Oficina de la Defensa Civil; su valiente servicio de asistencia, durante la guerra de abril de 1965, organizando brigadas de rescate de heridos, programas preventivos de vacunación, acciones de saneamiento y de  aprovisionamiento de medicinas y alimentos, entre otras acciones de socorro humanitario.

Pero, no hay duda de ninguna especie, desde el Instituto Duartiano este gran “hermano en la Patria y en Duarte”, vio coronar su gran obra, fue el singular democratizador institucional, la figura que volvió la vista hacia personas probadas en las actividades de servicio y pudo integrar a muchos al organismo patriótico, lo que permitió su fortalecimiento y mayor nivel de legitimación.

Impactó José Joaquín Pérez Saviñón, con el ímpetu sorprendente del rayo en los cuarteles militares, logrando situar en el lugar correspondiente el ideal del Padre de la Patria y Fundador de la República, Juan Pablo Duarte y Díez; dicho de otra manera, redujo la incidencia del Santanismo que se había alojado durante años en estas instituciones.

 Creó los cursos talleres mediante los cuales se educa en los ideales del padre de la Patria, en civismo, patriotismo y defensa de la nacionalidad, a maestros, consciente él del efecto multiplicador que aseguran producen.

Puso en práctica como método la impresión masiva de cientos de miles de folletos, libros y retratos de Juan Pablo Duarte y otras publicaciones en toda República y el exterior; auspiciando así la fácil comprensión de las ideas duartianas.

Desde el Instituto Duartiano patrocinó conferencias, charlas, entrevistas, simposios y artículos sobre la vida del Patricio, para una mejor formación ciudadana, contribuyendo con la edificación cívica de los dominicanos y dominicanas.

Señoras y Señores, hermanos n la Patria y en Duarte: la desaparición física del profesor Pérez Saviñón no implicará jamás que sus esfuerzos y sacrificios graviten sobre la conciencia y el corazón de las presentes y futuras generaciones, toda vez que, además de su impronta aquí destacada, él dejó plasmado en un trabajo de fácil lectura y en formato popular, su enfoque didáctico acerca de la verdadera historia de Duarte; como solía aseverar: el Duarte carne y hueso, aquél que hacía serenatas, que se recreaba en las aguas de güibia”.

El presidente Pérez Saviñón, logró impactar entre los miembros con sus discursos sistemáticos orientados a crear una doctrina duartiana, a establecer un sentimiento y una identidad plena con el líder trinitario y sus seguidores. Ser duartiano implicó para él, la necesidad de ser íntegro, honesto, responsable, desprendido, y recto de conciencia.

Al cumplir su fructífera misión en esta tierra, este expresidente de nuestra entidad, pudo ver la preservación de nuestra soberanía, no obstante, los peligros que le acechan y las amenazas que se ciernen; pero, el Profesor Pérez Saviñón no pudo ver la Patria feliz que Duarte añoró, donde imperara el respeto irrestricto a la ley, el orden y la disciplina social, el privilegio del interés nacional, el imperio de la honestidad en la administración pública, la justicia social y un régimen de consecuencias aplicable a todos por igual; nos corresponde a los verdaderos duartianos, a los genuinos seguidores de doctrina duartiana, multiplicar los esfuerzos para lograr la buena formación en valores de niños y jóvenes para asegurarnos de una buena ciudadanía y conquistar una mejor vida en el país, y así sugragar la deuda histórica contraída con la Patria de Duarte, la gran Patria dominicana!

¡Muchas gracias!

El viernes 25 de marzo de 2022, en el Parque Cementerio Puerta del Cielo.