En la República Dominicana conmemoramos el 51 aniversario de la interrupción del Gobierno constitucional del presidente Juan Bosch. La efeméride debe ser recordada como una lección permanente, porque enseñó las consecuencias que origina un atentado contra la voluntad popular y que no hay fuerza humana que sea capaz de impedir la decisión de un pueblo.
Los golpistas frustraron el proceso democrático que tenía como aspiración una sociedad sustentada en instituciones para producir las transformaciones que requería el país para afrontar la pobreza y la desigualdad social. Tras el golpe vino el desorden, la intolerancia y el saqueo de una parte del patrimonio nacional.
El profesor Juan Bosch, y el doctor Segundo Armando González Tamayo, candidatos presidencial y vicepresidencial del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y aliados, ganaron las elecciones del 20 de diciembre de 1962, las primeras tras la caída de la dictadura de Trujillo, con 619 mil 491, el 59.83 por ciento de los votos, de un millón 54 mil 944 dominicanos y dominicanas que participaron en los comicios.
Sin embargo, la madrugada del 25 de septiembre de 1963, las fuerzas antidemocráticas derrocaron el primer Gobierno democrático que escogió el pueblo luego que terminó la dictadura de Trujillo. Con ese hecho la República Dominicana sufrió el resurgir de la represión y el reparto de la Hacienda Pública.
Como consecuencia del golpe cayeron los mártires de la guerrilla de 1963. Por el golpe de Estado de 1963, se produjo un hecho doloroso y traumático como la «Guerra de Abril de 1965», y la primera invasión militar estadounidense en el siglo XX. Fue una etapa trágica en la vida dominicana.
Es el acontecimiento más funesto que ha sufrido el país después de la caída de la dictadura de Trujillo. Tiene que ser una lección permanente.
La lucha fratricida tuvo su origen en el atentado a la democracia el 25 de septiembre de 1963. El hecho desató una lucha por la democracia. La sangre derramada en abril es parte de la memoria nacional. La ocasión es propicia para honrar a los hombres y mujeres que dieron lo más preciado de la vida para restaurar el proceso democrático. Y exaltar la personalidad del presidente Juan Bosch, el estadista que trazó el camino que conduce a una sociedad que no tenga las estampas de la pobreza y la desigualdad social en las dimensiones que las ha sufrido el pueblo dominicano.
En procura de su objetivo Juan Bosch aportó su talento y capacidad de trabajo en el PLD, para que sea el partido con la misión de completar la obra de Juan Pablo Duarte.
En el 51 aniversario del golpe `podemos decir que no fue en vano su lucha. Las administraciones de Gobierno del PLD han logrado avanzar en educación, salud y seguridad social. Y está en marcha en su última fase el Plan Nacional de Alfabetización «Quisqueya Aprende Contigo». De esa manera caminamos en la vía que conduce a vencer la desigualdad social.
El presidente Danilo Medina ha dicho este miércoles al hablar en la 69 Asamblea General de la ONU, que República Dominicana da pasos firmes hacia la construcción del estado de bienestar del pueblo dominicano, priorizando políticas públicas en las áreas de educación, salud y fomento de las mipymes. Y llamó la atención del mundo: «contrario a lo que han hecho otros países desarrollados, adoptando medidas de austeridad y ajustes estructurales que merman el estado de bienestar de su población, los países en vías de desarrollo como la República Dominicana dan pasos firmes en la lucha contra la pobreza y la desigualdad mediante la ejecución de programas de gran impacto social.
De esa manera el presidente Medina honra la memoria del presidente fundador del PLD y estimula el reconocimiento del pueblo a su Gobierno.
La semilla sembrada por Juan Bosch ha producido parte de sus aspiraciones y sigue adelante en un Estado que se sustenta en el respeto a la dignidad de la persona.
2014-09-25 05:02:47