Editorial

La firma del Concordato

El Concordato, firmado por la Santa Sede y República Dominicana, el 16 de Junio de 1954, le confiere a la Iglesia Católica la misión de dirigir la orientación espiritual del pueblo dominicano y mantener a la católica como la religión oficial del pueblo dominicano.

El historiador y sacerdote jesuita, Antonio Lluberes, en su obra «Breve Historia de la Iglesia Dominicana 1493-1997», refiere que durante la Era de Trujillo la Iglesia y el Estado vivieron un régimen de recíproca cooperación.

La Iglesia «aceptó al régimen como algo beneficioso para el país y para ella misma. Aceptó facilidades legales y cooperación económica, necesarias para su ministerio, ya que además de las actividades religiosas, la Iglesia pasó a las labores educativas y hospitalarias, entre otras modalidades del apostolado.

El sacerdote historiador cita como una expresión y fruto evidente de la cooperación del régimen de Rafael Leónidas Trujillo Molina, la firma del Concordato, el día 16 de junio de 1954. Refiere que desde la creación de la República en 1844, los gobiernos sucesivos de Pedro Santana y Buenaventura Báez habían deseado un acuerdo que rigiera las relaciones Iglesia-Estado, pero no se les hizo posible lograrlo entonces.

«Trujillo consiguió su objetivo accediendo a toda las propuestas romanas. Como ejemplo, Trujillo declinó los tradicionales reclamos de los estados en cuanto a la elección y nombramiento de obispos. Más aún, aceptó una propuesta, que luego se hizo inoperante: la validez civil del carácter indisoluble del matrimonio canónico.

«Por su parte, el régimen se beneficiaba hasta del simbolismo de actos religiosos y encuentros con miembros del clero, precedidos o seguidos de amplia publicidad, que le proporcionaban la deseada «legitimación», en el lenguaje del sociólogo Peter Berger. Bajo el régimen de los Trujillo, se dio una modalidad nueva de politización del clero».

Antonio Lluberes, refiere que en el pasado hubo sacerdotes que tenían simpatías e incluso «militancia» política, pero durante el trujillato, se logró tal institucionalización y disciplina que hizo posible que la totalidad de la Iglesia, principalmente su episcopado, adoptase una posición temporal favorable al régimen».

«A mediados de la década de los cincuenta, sin embargo, comenzaron a aflorar y crecer las diferencias en el seno de la Iglesia…».

El Concordato entre la Santa Sede y el Estado Dominicano, firmado el 16 de junio de 1954, se mantiene en vigencia. Tenemos libertad de culto, pero la católica es la religión oficial en República Dominicana. Comportamiento del tiempo. Tiempo pasado a 61 años de la firma del Concordato.

2015-06-16 02:10:01