Como noticia importante los medios de comunicación han difundido informaciones que destacan sectores políticos, sociales y representantes empresariales apoyan el Plan Nacional de Regularización de Extranjeros y rechazan las críticas de personas, entidades extranjeras y algunas autoridades gubernamentales por la deportación de los indocumentados en República Dominicana. Y rechazaron el llamado que hizo el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, a boicotear el turismo dominicano.
Los partidos Revolucionario Dominicano (PRD) Reformista Social Cristiano (PRSC) y el Revolucionario Moderno (PRM), también rechazan las críticas contra el país. Lo mismo ha hecho el presidente de la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD), Campos de Moya, quien incluso ha dicho al señor Bill de Blasio, que no conoce la realidad de la República Dominicana ni Haití, para emitir críticas contra el País. No cree que el alcalde De Blasio tenga el peso como para afectar un turismo como el de República Dominicana, que es cada vez más creciente, atractivo, con más impulso y con gente como prensa que defiende los intereses dominicanos».
Campos de Moya al defender el Plan Nacional de Regularización, informó que los industriales con la producción de grandes rubros agrícolas, regularizaron a todos los trabajadores y que en ese proceso recibieron todo el respaldo del Ministerio de Interior y Policía y de las gobernaciones provinciales. Destacó que las autoridades habilitaron sábados y domingos para que los trabajadores pudieran irse a regular».
El empresario Celso Marranzini, considera que el llamado del Alcalde de Nueva York, a boicotear el turismo de República Dominicana es una falta de respeto a las relaciones de Estados Unidos y el país. Y llamó a los dominicanos residentes en Nueva York, a emitir un voto de castigo contra De Blasio.
El presidente de la Junta Central Electoral (JCE), Roberto Rosario, instó al Gobierno a que le muestre al mundo las fortalezas de la reforma migratoria sin temor. Según su criterio: «RD debe dejar de estar a la defensiva, salir a explicar lo que está haciendo, mostrar la fortaleza de nuestra reforma migratoria. Sin temor», expresó Rosario en su cuenta de Twitter.
Las primeras reacciones son estimulantes y tienen que mover a la colectividad nacional a mantenerse unida para rechazar el plan contra la República Dominicana.
Que nadie se deje confundir.
De Mario Rivadulla:
Cumplido el plazo inexorable del Plan Nacional de Regularización que por dieciocho meses se mantuvo vigente para que pudieran inscribirse extranjeros residentes en el país en condición de ilegales, procede hacer un balance inicial del mismo en sus aspectos más relevantes.
La cantidad de inscriptos, en su inmensa mayoría de origen haitiano, alcanzó la cifra de 288 mil 466, según la cifra oficial ofrecida por el Ministro de Interior y Policía, José Ramón Fadul. La cantidad supera por más de 78 mil la que como meta habían establecido las autoridades dominicanas al comienzo del proceso. Ahora se abre un proceso de cuarenta y cinco días para que puedan hacerlo los registrados que tienen pendiente de completar su expediente con la documentación requerida.
Contradiciendo a quienes lo han calificado de «fracaso», el Centro Bonó, al que nadie puede tachar de «antihaitiano», a través de su director Roque Félix tanto como el representante local de la Organización Internacional para las Migraciones, Cy Winter, han valorado el mismo como positivo. Ambos coinciden en que se trata de un primer paso en el camino al que todavía le queda un buen trecho por recorrer y en cuanto al último, plantea que el grupo que quede normalizado tenga acceso a la Seguridad Social, a partir de que obtengan el correspondiente contrato de trabajo. Creemos que les asiste razón y compartimos su punto de vista.
Desde hoy comienza la cuenta regresiva para dar inicio al proceso de deportación de los indocumentados que no se hayan acogido al Plan. Si nos atenemos a las declaraciones del Canciller Andrés Navarro, el mismo no dará comienzo hasta el próximo mes de Agosto, descartando que sea masiva lo que en caso contrario, provocaría una situación caótica y traumática para ambos lados de la frontera así como en el plano internacional. Absurdo sería caer en ese plano ofreciendo material a quienes desde ya han recomenzado la campaña de descrédito contra el país.
El proceso, por consiguiente, será efectuado de manera gradual y de acuerdo a lo prometido por las autoridades, con estricto apego a las normas internacionales y sentido humanitario, tal como procede. A ese fin, ya se informó que se han entrenado dos mil soldados. Además y esto es un aspecto sumamente importante, dominan el creole lo que facilitará grandemente la comunicación con los deportados. Se ha adquirido una flotilla de ómnibus para llevar a cabo el traslado en forma ordenada y según ha dejado saber el director general de Migración, general Rubén Paulino Sem, todo el trayecto será monitoreado y filmada cada actuación del personal responsable de la custodia.
Especial atención debe merecer el caso de los menores, de tal manera que hagan el trayecto con sus padres o responsables a su cargo, evitando la posibilidad de que puedan ser víctimas de atropellos. Es de tomar muy en cuenta las observaciones que hacen varias instituciones tanto al gobierno dominicano como al haitiano. Se supone que este, como prometió, tenga debidamente habilitados en la frontera los albergues donde serán acogidos los deportados hasta su posterior reubicación y que el trato que reciban en los mismos guarden todas las consideraciones que corresponden a su condición de seres humanos, lo que es de su exclusiva incumbencia. En este sentido, debe asumirse como un formal compromiso la declaración del Presidente Michel Martelly de que su país está preparado para acogerlos en forma digna.
A despecho de fallas y lagunas que haya registrado en su ejecución, fundamentalmente por la falta de cooperación del lado haitiano, el Plan Nacional de Regularización es el primer intento serio y formal, de comenzar a organizar la inmigración extranjera en la República Dominicana. Como tal debe ser acogido y apoyado, aplicando en el camino los correctivos que resulten necesarios en la medida en que se vaya completando su itinerario. Hacerlo será de beneficio para el país, Haití y los propios inmigrantes quienes, al legalizar su permanencia entre nosotros, podrán comenzar a disfrutar del amparo y todos los derechos que les garantizan las leyes.
Que así sea.
(Mario Rivadulla)
2015-06-24 01:58:19