No pidieron perdón
Fue la ex vicepresidenta de la República, Milagros Ortiz Bosch la que le sugirió a los líderes del PRD, pedir perdón a los dominicanos y dominicanas por el Gobierno de desaciertos e intolerancia que dirigieron durante el período 2000-2004. Ella tuvo el valor de decir que durante su gestión se distanciaron de las organizaciones y personas que antes fueron sus aliadas. Ninguna autoridad perredeista atendió el llamado de la compañera de múltiples batallas. Sin embargo, en el partido del Gobierno del período 2000-2004, hay dirigentes que entienden aún hay tiempo para pedir perdón a Dios y al pueblo dominicano por el mal gobierno que empobreció al país como ningún otro. El Gobierno que limitó la libertad de expresión y que para el 28 de septiembre de 2003 no escatimaba ninguna oportunidad para intimidar a la población.
A menos de ocho meses para las elecciones de 2004, se dedicaron a meter miedo con la amenaza de que nadie lo desplazaría del poder porque concibieron un plan B que le permitiría seguir con el control del Estado. Afortunadamente, la misma noche del 16 de mayo le zozobró su proyecto. Los dominicanos y dominicanas expresaron el repudio con su voto. Dijeron No al Gobierno de la intolerancia y la ineficiencia. Recordar la historia llena de pánico.
Una parte de los dirigentes del PRD está consciente de lo que ocurre. En consecuencia, no saben qué hacer a esta hora, pues su candidato presidencial fue un cuarto bate como ministro de Obras Públicas en el Gobierno del PRD-PPH y uno de los sustentadores del proyecto de “reforma constitucional” que hizo posible la repostulación del presidente Hipólito Mejía. Como figura distinguida le resulta difícil ser diferente ahora. Cuando visita los pueblos sólo recurre al recurso de las promesas, pues de su gestión no tiene nada importante que mostrar en el Distrito Nacional ni en las provincias. Contrariamente, en la capital y los pueblos, oye voces que parafraseando a Don Chencho no pueden dejar de expresar: “eso lo hizo Leonel”.
Algunos dirigentes del PRD consideran que el vacío es lo que explica las decisiones erráticas del equipo del candidato presidencial perredeísta, como la de apoyar ahora otra convocatoria a paro que tiene como fin crear condiciones para que sectores del país se distancien o enfrenten al Gobierno. Parten de la premisa de que con los actos podrían desesperar al Gobierno. Ese criterio es lo que explica que el candidato presidencial del PRD al llegar a Santiago, lo primero que hizo fue reiterar su apoyo a la nueva convocatoria a paro.
Para muchos santiagueros y santiagueras esto sólo puede salir de un candidato que tiene escasez hasta de argumentos, pues repite el discurso de otros. La anterior convocatoria en Santiago no dejó un buen recuerdo. Tres jóvenes que preparaban bombas sufrieron un accidente al explosionar una. Ocasionó la muerte de uno y dos quedaron con lecciones permanentes. Luego del suceso, los que encargaron a los muchachos de hacer el trabajo de terroristas, como siempre, los dejaron solos. La historia hace que se vea extraña la actitud del candidato perredeísta, pues en la opinión pública domina la idea de que sólo apoya un paro que nadie puede prever las consecuencias, un candidato presidencial que no augura un porvenir promisorio el día de los comicios, cuando faltan menos de ocho meses para el día de las votaciones. De aquí al día de las elecciones, dicen algunos dirigentes del PRD, es difícil cambiar la percepción de la población.
En ese escenario parece que el recurso de jugar a lo desconocido y recurrir a la desinformación, como lo hacen los voceros mediáticos del PRD, es un recurso válido para uno que se ve perdido. En Santiago, las nuevas noticias no son buenas para los que entienden que el pueblo no tiene no tiene memoria.
La memoria en la ONU
Hizo bien el presidente Leonel Fernández en recordar la desgracia que sufrió el país durante el pasado Gobierno del PRD. Bien que la nota sea parte del discurso que pronunció en la 62da Asamblea de la ONU. Cierto: “En los cuatro años subsiguientes a la Cumbre del Milenio del año 2000, la República Dominicana experimentó una crisis en la que la moneda nacional sufrió una devaluación de un 100%; la clase trabajadora tuvo que duplicar sus esfuerzos solamente para satisfacer necesidades básicas de subsistencia; el narcotráfico y los altos índices de criminalidad ganaron fuerza; y nuestros niveles de credibilidad a nivel mundial se desplomaron.
“De acuerdo a las estadísticas del Banco Mundial, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), más de 1.5 millones de los 9 millones de dominicanos cayeron en los peores niveles de pobreza. En aquel momento, nos encontrábamos en presencia de una de las crisis más dramáticas de la historia contemporánea de la República Dominicana.
“Desde que asumimos la conducción de la actual administración en el 2004, la República Dominicana ha podido recuperar la confianza de inversionistas y de agentes productivos. Hemos podido reactivar el crecimiento económico. Hemos logrado reducir la inflación. Aumentamos el empleo y mejoramos las condiciones sociales y la calidad de vida del pueblo dominicano.
Las palabras del presidente Fernández en este momento caen como ayuda memoria. En el país nadie debe olvidar el pasado período del PRD ni dejarse usar ni confundir por las voces de la demagogia. Los que sumieron el país en la crisis son los mismos que ahora se quieren presentar como nuevos redentores convocando a través de terceros a una protesta que tiene el propósito de provocar situaciones con la intención de afectar el clima de confianza y recuperación que vive el país. Las voces de la razón tienen que abrirse para decirles No.
Los dominicanos y dominicanas que quieren vivir en un Estado de derecho, quieren que permanezca la estabilidad y el clima de confianza que ha permitido el proceso de recuperación que vive el país.
2007-09-28 19:02:15