Editorial

Atención para San José de Ocoa

Editorial tomado del periódico Hoy

Los habitantes de San José de Ocoa tienen justificados temores de quedar aislados. Esta laboriosa comunidad, rodeada de montañas, ha padecido aislamiento por daños a las vías terrestres provocados por las lluvias. El mal estado en que se encuentran muchas carreteras y caminos dificulta el transporte de la importante producción agropecuaria de la zona. Los ocoeños no quieren ni pensar en la posibilidad de que una racha de lluvias acabe de destruir las vías terrestres más importantes.

Algo que justifica sus temores es que la temporada ciclónica está entrando en la fase en que abundan las tormentas, las lluvias torrenciales, los desbordamientos de ríos y los derrumbes.

El sacerdote Domingo Sobejko, presidente de la Asociación de Desarrollo de San José de Ocoa (Adesjo), afirma que la empresa que trabajaba en el desvío de la carretera principal, en el tramo que se derrumbó durante el paso de la tormenta Noel, en el 2007, ha retirado sus equipos. Esto hace pensar que los trabajos no serían reanudados en el corto plazo.

Si llueve de manera abundante, el deterioro actual de las vías empeorará y es casi seguro que lo que vendrá es el aislamiento. Nada se ha vuelto a decir de la construcción de la carretera principal, que fue prometida por el Gobierno. Nos parece que Ocoa merece que el Gobierno vaya en su auxilio para atenuar los justificados temores de sus habitantes.

Rápido, que el tiempo apremia

La Organización de Estados Americanos (OEA) está obligada a dar un paso decisivo hacia una solución pacífica en Honduras. Eso, claro está, implica, por necesidad, la salida del poder de quienes lo usurpan tras desplazar al Presidente constitucional. Los autores del golpe no pueden salirse con la suya quedándose en el poder usurpado, y tampoco se debe esperar que la población intente desalojarlos por la fuerza.

En varios países centroamericanos el golpismo ha obligado a los pueblos a adoptar soluciones fratricidas. Esa es la historia de Nicaragua, El Salvador y Guatemala, fronterizos con Honduras. La OEA debe hacer valer la resolución que dispone la restitución del orden interrumpido. Debe hacerlo antes de que las circunstancias pongan las armas en manos de una población civil cada vez más irritada. No imponer a tiempo una salida pacífica sentaría, en este siglo, un terrible precedente de dominio del poder fáctico sobre el institucional.

2009-07-22 01:42:32