El 4% del PIB para Educación
El programa de actividades que organizaron los sectores de la sociedad que demandan el 4% del PIB para Educación, como establece la ley 66-97, debió ser ocasión para un debate que conduzca a un compromiso nacional por la educación. Por esa vía los líderes del país hallarían las maneras de obtener los recursos que requiere el sector para alcanzar los objetivos deseados, e iniciativas que aseguren la superación de las deficiencias que superviven en el sistema.
Un estudio reciente reveló baja calidad de la educación que se sirve en centros que son considerados entre los de mayor calificación. En las pruebas nacionales ha sido reiterada la comprobación del bajo desempeño de los estudiantes en las pruebas de español y matemática. La realidad tiene que ser un tema importante a la hora de exigir el 4% del PIB para Educación para prevenir decepciones que se pueden evitar. Con descalificaciones no se logrará nada.
La ley fue promulgada por el presidente Leonel Fernández en 1997, pero aún no se ha podido aplicar. El Gobierno del Partido Revolucionario Dominicano 2000/2004, tampoco la pudo cumplir por carencia de presupuesto. Ahora en la oposición los precandidatos presidenciales y líderes perredeistas exigen lo que no dieron en el Gobierno. Hay que entender que lo hacen porque están en su nuevo rol de político de oposición. De lo contrario, también dirían no es posible como lo hicieron antes, cuando la administración del Presidente Hipólito Mejía hizo recortes a la asignación presupuestaria de Educación.
El presidente Leonel Fernández ha destinado recursos a la educación como no lo ha hecho ningún otro gobernante dominicano durante los últimos 40 años, pero no ha podido destinar el 4% del PIB. Las inversiones de su administración en obras de infraestructuras para ampliar el número de aulas, y las inversiones en la UASD, no tiene precedente en la RD.
Las salas y centros tecnológicos en la capital y las provincias son marcas de la gestión del PLD-Leonel Fernández. Ninguna administración como la suya había destinado el monto de recursos de hoy para becar a miles de estudiantes en el exterior y en el país, llegar a la cobertura que tiene el desayuno escolar e incentivar a los padres para que mantengan a sus hijos e hijas en las escuelas, pero a pesar de su voluntad, no ha podido asignar el 4% del PIB a Educación. ¿Por qué no ha sido posible en el Gobierno de un presidente que tiene el empeño de promover la educación? La pregunta también debe hacerse cuando llegue el momento del debate que espera el país respecto a recursos monetarios, humanos y educación. En una sociedad democráticas ideas encontradas pueden conducir al compromiso por la educación.
2010-12-12 20:57:09