En una campaña electoral anticipada, como la presente, hay protagonistas que apuestan a que «el pueblo dominicano no tiene memoria». De los que pasaron por el Gobierno hay que no recuerdan sus desaciertos y prometen lo que nunca dieron en el ejercicio del poder. Se desenvuelven como el pastor que predica, pero no aplica. En la navidad de 2003 el país sufrió las consecuencias de tasas bancarias de interés de 60%, tasa de cambio 60 por 1, inflación anualizada de más de 56%, quiebras de empresas y la pérdida de más de 600 mil empleos durante la administración del PRD que encabezó el presidente Hipólito Mejía.
En 2003, el crecimiento de la economía fue -2 por ciento. En agosto de 2004 HM recibió el Gobierno con un crecimiento de más de 7%. En 2005, durante el primer año completo de la segunda administración del presidente Leonel Fernández, la tasa de crecimiento de la economía aumentó a 9.4 por ciento, recuperó los altos niveles de crecimiento obtenidos durante su primera administración 1996-2000, cuando el promedio del crecimiento de la economía se mantuvo por encima de 7%. De los que se han resistido a las transformaciones que requiere el país, se pronuncian como voces «transformadoras» que no refieren lo ocurrido durante 2000-2004.
Afortunadamente, la mayoría de la colectividad nacional sabe que el presidente Fernández es el Presidente que recuperó la estabilidad macroeconómica y que ha enseñado con realizaciones que República Dominicana, puede lograr las obras de infraestructuras que requiere para el desarrollo en un régimen democrático.
Entre los aportes de su gestión están las ocho ciudades universitarias construidas en Santiago y otras siete provincias, más de 4000 mil nuevas aulas, y la reparación de más de 4800 en escuelas de educación inicial, básica y secundaria, el Metro de Santo Domingo, el Corredor Duarte y las nuevas carreteras que atraen inversiones privadas. Los programas sociales sin precedentes, los nuevos hospitales y las mejoras de los que encontró cuando retornó el PLD al Gobierno en 2004, la nueva Constitución promulgada el 26 de enero de 2010, la cual se fundamentada en el respeto a la dignidad humana y en la indisoluble unidad de la Nación, patria común de todos los dominicanos y dominicanas. Ha creado las condiciones para que el país logre un Pacto de Nación incluyente.
Los hechos explican la confianza que estimula el binomio Danilo-Margarita. Sus parciales confían en que desde el Gobierno continuarán y enriquecerán el proceso impulsado por las administraciones peledeistas del presidente Fernández, con estabilidad y crecimiento a pesar de los altos precios del petróleo y los alimentos en el mercado internacional.
En una campaña electoral hay tiempo para decidir después de hacer comparaciones.
2011-11-23 04:45:09