Entre algunos de los críticos de la nueva administración del Gobierno es clara la decisión de no darle ni un día de tregua al presidente Danilo Medina. Quieren el país se olvide de la tregua de los 100 días que se da en los países democráticos. Cuando no nombra los funcionarios o funcionarias de su voluntad, no va bien y no se puede esperar nada bueno. En una democracia el disenso es práctica consustancial en el comportamiento de la sociedad, pero en el país tenemos actores que entienden se tiene que aceptar su criterio en los momentos de decidir medidas de Estado. Es un comportamiento antidemocrático. Lo atinado es esperar el tiempo para calificar el Gobierno del presidente Medina. Una cara no dice nada.
Una gestión de Gobierno se tiene que evaluar por sus resultados, pues los hechos se imponen a los pareceres que se alejan de la objetividad. Lo más trascendente es que las primeras medidas del presidente Medina exponen su voluntad de cumplir las promesas que hizo a los ciudadanos y ciudadanas durante la campaña electoral, como las que recordó en su discurso de toma de posesión. En ese escenario dijo que luchó por llegar a la primera magistratura del Estado: «Para disminuir, de forma contundente e irreversible, la pobreza absoluta en nuestro país. Para acabar con el analfabetismo. Para disminuir la desigualdad entre las personas y las regiones. Para implantar un nuevo modelo de desarrollo, que tenga como base, más oportunidades, más innovación, menos burocracia y más defensa ambiental. Para mejorar nuestra educación, nuestra salud y nuestra seguridad ciudadana. Para construir un país más moderno, libre, justo e independiente, con democracia plena, con instituciones sólidas, defensa de los derechos humanos y absoluta libertad de expresión. Para construir un país ético y transparente, basado en la meritocracia y en el combate implacable y vigoroso, a todas las formas de impunidad».
Con menos de un mes en el Gobierno ejecuta una política de austeridad gubernamental, dedica atención a los programas sociales, ha iniciado el programa de financiamiento que prometió para las Pymes, el desayuno escolar ha comenzado en 5060 planteles con una matrícula de más de dos millones 391 estudiantes, ha tomado la previsión para que el plan nacional de alfabetización se inicie en enero. La meta es alfabetizar en el período 2012-2013, más 700 mil personas. Esto no tiene precedente en la historia del país. Procedió a tiempo para asistir a los productores y familias afectadas por la tormenta Isaac. Mantiene su aspiración de sacar 1.5 millones de personas de la pobreza y adoptar medidas para crear 400 mil empleos y asegurar el 4% del PIB para educación.
El presidente Medina merece el apoyo de los distintos sectores de la sociedad para que sea una realidad el pacto fiscal que propone para garantizar la sostenibilidad de las políticas públicas que permitirán afrontar la pobreza y hacer un país con menos desigualdades. Como ha dicho el presidente Medina «… no hay compromiso más trascendente para un hombre público que el de jurar defender y dignificar su patria y su gente, bajo cualquier circunstancia, ante cualquier desafío».
Por el país
Mirador/El Caribe
Héctor Tineo
2012-09-11 19:13:23