El pueblo dominicano recuerda hoy como una fecha festiva el 53 aniversario de la eliminación física del dictador Rafael Leónidas Trujillo Molina. La noche del 30 de Mayo de 1961, un grupo de valientes puso fin a su régimen de terror.
Se consumó el hecho que dio origen al nacimiento del proceso hacia la democracia Dominicana. Para el país el tránsito no ha sido fácil. Ha tenido que enfrentar múltiples dificultades y crímenes contra la vida institucional, pero nada impide el proceso.
El pueblo dominicano sufrió el derrocamiento del primer Gobierno electo de manera democrática tras la caída de la dictadura de Trujillo, encabezado por el Presidente Juan Bosch y el vicepresidente Segundo Armando González Tamayo. Como consecuencia del atentado contra la democracia sufrimos represión, el sacrificio de la guerrilla de 1963, y la herida de la guerra civil de Abril de 1965, que dejó como saldo miles de muertos y la humillación de la invasión del territorio nacional por botas extranjeras.
Sin embargo, los hechos no pudieron postrar al pueblo dominicano. En medio de las dificultades sigue en marcha y avanza.
Han pasado los días de la incertidumbre y podemos celebrar entre los logros el respeto a la voluntad popular como un proceso institucional expresión de la vida democrática.
Hoy podemos celebrar la libertad de expresión como un derecho inalienable y la libertad de escoger la preferencia política.
Tenemos condiciones para confiar en que continuaremos en democracia. Por ello, consideramos que hoy, como es el Día de la Libertad, debemos reafirmar el compromiso de confiar en la democracia como un mecanismo garante del desarrollo en un ambiente donde se respetan los derechos humanos, y en el que es posible producir las transformaciones que requiere la sociedad dominicana para combatir la pobreza extrema y las desigualdades sociales que obstaculizan el desarrollo. Creemos necesario continuar sin pausa en procura de ese objetivo.
En una dictadura no es posible. En consecuencia, debemos pensar que 53 años de lucha por la democracia es un tiempo suficiente para que cada uno y cada una de los hombres y mujeres dominicanos, haga sus aportes para que veamos como una realidad las transformaciones que requiere la Nación.
Un compromiso en ese orden es el mejor homenaje a los hombres que la noche del 30 de mayo de 1961, asumieron el camino del sacrificio para acabar con la opresión.
El tránsito al estado democrático no siempre puede ser acelerado, pero si avanza, como ocurrió en el efímero gobierno del presidente Juan Bosch, y en los últimos 10 años, el futuro es necesario augurarlo con optimismo. Celebremos que 53 años después de la Dictadura tenemos entre los logros la Constitución de 2010, la cual establece: «La República Dominicana es un Estado Social y Democrático de Derecho, organizado en forma de República unitaria, fundado en el respeto de la dignidad humana, los derechos fundamentales, el trabajo, la soberanía popular y la separación e independencia de los poderes públicos».
Hoy podemos celebrar entre los logros las obras de infraestructuras, el fortalecimiento institucional y el éxito de Solidaridad y del programa «Quisqueya Aprende Contigo», que tiene el propósito de liberarnos de la tara del analfabetismo.
Hoy podemos celebrar que vamos por el camino que nos llevará a lograr la República Dominicana, que manda nuestra Carta Magna: «Es función esencial del Estado, la protección efectiva de los derechos de la persona, el respeto de la dignidad y la obtención de los medios que le permitan perfeccionarse de forma igualitaria, equitativa y progresiva, dentro de un marco de libertad individual y de justicia social, compatibles con el orden público, el bienestar general y los derechos de todos y todas».
Hoy podemos celebrar que existe el convencimiento en la sociedad de que es inaplazable el reto de afrontar el gran mal que pone obstáculos en el tránsito hacia el desarrollo: la desigualdad social.
Reconocimiento para los hombres que acabaron con la vida física del Dictador: Antonio De la Maza, Juan Tomás Díaz, Antonio Imbert Barrera, Modesto Díaz, Pedro Livio Cedeño, Salvador Estrella Sahdalá, Roberto Pastoriza, Huáscar Tejeda, y el teniente Amado García Guerrero.
Reconocimiento por los aportes de Luis Amiama Tió, Luis Manuel ?Tunti- Cáceres, y para los que desde el anonimato hicieron la resistencia por el mismo objetivo: acabar con el régimen de la intolerancia.
¡Adelante el proceso democrático que vivimos!
2014-05-30 07:55:57