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España cierra 2019 sin un Gobierno estable

Por Eduardo Rodríguez-Baz *

Madrid (Prensa Latina) Los últimos días de diciembre serán decisivos para desentrañar si España concluye 2019 con un Gobierno estable o las circunstancias prolongan la parálisis institucional hasta principios del próximo año, lo que parece más probable.

Si la aritmética parlamentaria lo facilita, España se sumará en las próximas semanas a una práctica habitual en el entorno europeo, la formación de un Gobierno de coalición anunciado por los socialdemócratas y la izquierda.

Los líderes del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, y de Unidas Podemos (UP), Pablo Iglesias, sellaron el pasado 12 de noviembre un preacuerdo que buscará la constitución del primer ejecutivo conjunto en poco más de cuatro décadas.

Una fórmula frecuente en numerosos países del llamado viejo continente, pero que desde la restauración de la democracia nunca se ensayó por la alternancia en el poder del PSOE y el derechista Partido Popular (PP), lo que se conoce como el bipartidismo español.

‘Este nuevo gobierno será rotundamente progresista’, aseguró Sánchez tras la rúbrica del documento en una breve ceremonia que tuvo por sede el Congreso de los Diputados en Madrid, la estratégica Cámara Baja encargada de designar al futuro mandatario.

‘Hemos alcanzado un preacuerdo para un gobierno progresista, que combine la experiencia del Partido Socialista con la valentía de Unidas Podemos’, subrayó Iglesias en la comparecencia junto a su par socialdemócrata.

Actual presidente del Ejecutivo en funciones, Sánchez confió en que el pacto, cerrado apenas 48 horas después de las elecciones generales del 10 de noviembre, permitirá superar el bloqueo político sufrido por España tras los comicios del 28 de abril.

Precisamente, esa cita con las urnas fue una repetición de las celebradas seis meses antes, cuando estas mismas dos agrupaciones fueron incapaces de alcanzar una alianza similar a la conseguida ahora, a pesar del deseo de sus respectivas bases.

En opinión de analistas, el fuerte ascenso del partido ultraderechista Vox en los comicios del penúltimo mes del año, en los que se ubicó como tercera fuerza más votada, dio un nuevo ímpetu a PSOE y UP para aparcar sus diferencias y lograr un rápido entendimiento.

Este acuerdo es una necesidad histórica, remarcó Iglesias, quien avanzó que el futuro Gobierno apostará por ‘el diálogo para afrontar la crisis territorial y la justicia social como mejor vacuna contra la extrema derecha’.

‘Es tiempo de dejar reproches y trabajar codo con codo’, apuntó el también secretario de la formación antiausteridad Podemos, mientras Sánchez aseguró que este compromiso es ‘tan ilusionante que supera cualquier desencuentro que hubiéramos tenido’. Entre los principales puntos de actuación del futuro ejecutivo sobresalen la mejora del empleo; protección de la sanidad, la educación y las pensiones; garantizar el derecho a la vivienda; lucha contra el cambio climático; igualdad de la mujer o ampliación de los derechos sociales.

En el principio de acuerdo se incluye también un punto sobre la compleja crisis secesionista en Cataluña: PSOE y UP apuestan por ‘garantizar la convivencia y la normalización de la vida política’, explorando fórmulas de entendimiento y encuentro dentro de la Constitución.

Dicha administración compartida requerirá de todas maneras del respaldo de otros partidos para lograr la aprobación del Congreso.

Los socialistas y Unidas Podemos reúnen juntos 155 diputados, por lo que necesitarán conquistar otros apoyos para alcanzar la mayoría necesaria en una Cámara Baja de 350 escaños.

EL IMPRESCINDIBLE APOYO DEL SEPARATISMO CATALÁN

El líder socialdemócrata recibió el 11 de diciembre el encargo del rey Felipe VI de formar Gobierno, aunque de momento no hay fecha para su investidura y además deberá seguir negociando el difícil e indispensable respaldo del separatismo catalán.

El partido separatista catalán Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) mantiene en suspenso su eventual apoyo a la constitución de un ejecutivo encabezado por Sánchez.

En un escueto comunicado conjunto, tras su tercera reunión para avanzar en la posible investidura de Sánchez, el PSOE y ERC se limitaron a decir que ‘constatan avances en la definición de los instrumentos necesarios para encauzar el conflicto político sobre el futuro de Cataluña’.

Las dos partes se mostraron dispuestas a canalizar la situación en la próspera región nororiental, que en 2017 protagonizó un fallido intento de secesión, ‘desde el respeto y el reconocimiento institucional mutuo’.

Además, abordaron ‘la recuperación de derechos sociales, civiles y laborales, donde se destacan coincidencias notables’, y subrayaron que el encuentro celebrado en Barcelona, la capital catalana, transcurrió en un clima de cordialidad.

Esquerra enfrió hace unos días la posibilidad de un inminente acuerdo para designar al secretario general del PSOE y actual jefe del Gobierno en funciones como futuro mandatario de este país europeo.

La portavoz de ERC, Marta Vilalta, descartó que su agrupación pueda llegar a un pacto con el PSOE para investir a Sánchez antes de Navidad, como pretendían los socialdemócratas.

‘El posible acuerdo tendrá que ir a enero, porque vemos complicado avanzar en los próximos días’, subrayó Vilalta.

‘Las posiciones están alejadas y hace falta que el PSOE reconozca el conflicto político (en la mencionada autonomía) y acceda a constituir una mesa de negociación como la que proponemos’, aseguró.

ERC, que se define republicano y de izquierda, también reconoció que puso sobre la mesa de negociación con los socialistas la situación de los políticos independentistas presos, por su papel en la frustrada declaración unilateral de independencia de Cataluña.

Los republicanos consideran que ‘la activación de la vía política implica parar la vía judicial’, emprendida por el Estado español para frenar el desafío separatista en la rica comunidad autónoma (región) de 7,5 millones de habitantes.

‘Vemos muy lejos que (la investidura de Sánchez) pueda ser antes de Navidad y antes de fin de año, básicamente por los días que quedan y porque hay cuestiones que tienen que pasar y que influyen. Nosotros no tenemos prisa’, remarcó la portavoz.

Después de ocho meses de bloqueo político, con dos elecciones generales en ese lapso, el centenario partido socialdemócrata ansiaba poder celebrar la sesión de investidura en el Congreso de los Diputados antes de que expirara 2019.

Para lograr su reelección, Sánchez necesita el sostén o la abstención de Esquerra Republica y de otras pequeñas formaciones nacionalistas y regionalistas en un Parlamento muy fragmentado.

Dada la reiterada negativa del PP (89 escaños) y del partido liberal Ciudadanos (10) a facilitar una administración de Sánchez con UP, los socialistas comenzaron a negociar con ERC a finales de noviembre, cuya abstención, con 13 diputados, será clave.

España vive un largo período de inestabilidad política desde finales de 2015, con cuatro elecciones parlamentarias desde entonces y una sucesión de gobiernos débiles.

arb/edu

*Corresponsal de Prensa Latina en España

2019-12-18 11:37:15