Efemerides, Portada

Juramentan  en Santiago presidente al  general  González  y en la Capital  una Junta de Gobierno. RD en otra crisis política

   SANTIAGO DE LOS CABALLEROS,  1 de marzo de 1878, fue juramentado en Santiago, como nuevo presidente provisional de la República Dominicana, el general Ignacio María González, en sustitución del Presidente Buenaventura Báez.

    Sin embargo, horas después también fue juramentado en la ciudad de Santo Domingo, como presidente de una Junta de Gobierno, el general baecista Cesáreo Guillermo.

    Ignacio María González fue uno de los militares de la guerrilla que apoyó el Partido Azul, bajo el liderazgo del sacerdote Fernando Arturo de Meriño,  para derrocar al Presidente Buenaventura Báez que había tomado posesión el 27 de febrero de 1876.

   Báez al no poder contener  el Movimiento en su contra, renunció y salió al exilio el 2 de marzo de 1878. Durante su administración persiguió a los dirigentes de los verdes y de los azules.

    Antes de salir del poder, el Presidente Buenaventura Báez obligó a comerciantes de la ciudad Santo Domingo, a pagar por adelantado los gravámenes de Aduanas y una versión da cuenta de que recaudó 70 mil pesos, lo que sumó a otros 300 mil pesos que había acumulado durante su administración reteniendo los dineros correspondientes a los empleados públicos, incluidos los militares que se encontraban en campaña.

     El derrocado fue el último Gobierno de Buenaventura Báez, quien viajó a Curazao y luego a Puerto Rico, donde murió en Hormiguero.

    República Dominicana  quedó en una situación de inestabilidad  por la existencia de dos presidentes: Ignacio María González en Santiago y Cesáreo Guillermo en Santo Domingo, pero los azules lograron un acuerdo con González que le permitiría ser el jefe del Estado dominicano, en virtud del cual nombraría ministros y generales del Partido Azul en puestos públicos.

   En las conversaciones, González logró hacer la paz con el líder del Partido Azul, Gregorio Luperón, lo que le permitió ser declarado el nuevo Presidente de la República el 25 de junio de 1878.

   No obstante, al poco tiempo el Presidente González incumplió  los puntos acordados   y ordenó apresar al general Gregorio Luperón, lo que motivó un nuevo levantamiento militar en su contra, por lo que se vio  obligado  a renunciar el 2 de septiembre de 1878, en un momento que las tropas del general Cesáreo Guillermo cercaron la ciudad de Santo Domingo.

    De inmediato fue nombrado presidente provisional el abogado Jacinto de Castro, que integró un Gobierno provisional y organizó las elecciones para escoger el nuevo Presidente de la República.