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PLD: Discurso del presidente Abinader discrimina a la clase media

Como una rendición de cuentos y por demás clasista, concibe el PLD el discurso  presidencial de acompañamiento a las memorias del Gobierno

Con la expresión “El pueblo debe conocer la realidad”, la dirección política del opositor Partido de la Liberación Dominicana (PLD) respondió inmediatamente el discurso de rendición de cuentas del Presidente Luis Abinader, pronunciado este domingo 27 de febrero ante la reunión conjunta de las cámaras legislativas.

Destacaron en rueda de prensa realizada este domingo que el contenido de la rendición de cuentas gubernamentales «discriminó a la clase media dominicana porque no la tomó en cuenta».

A nombre del PLD y ante  representación de la organización  compuesta por miembros del Comité Político, Central y titulares de Secretarías,  en su sede nacional habló su vicepresidente,  Juan Ariel Jiménez, quien inició reivindicando la orientación patriótica de la misma en ocasión del 178 aniversario de la Independencia del país, indicando que su ubicación es al lado de los intereses de éste; así como de todas las medidas que implemente el oficialismo en pro del bien común.

“Sin embargo, hoy, la gente estaba esperando del presidente (Luis Abinader) una respuesta enfática, clara y directa sobre los problemas más graves del día a día”, dijo el dirigente reseñado en nota de la Secretaría de Comunicaciones del PLD.

Jiménez afirmó que del discurso presidencial se esperaban respuestas a preguntas sobre alzas descontroladas de la comida, los combustibles, la inseguridad, el desempleo, falta de oportunidades, bajos salarios, el costo de las viviendas, el costo de la educación para las familias, y para garantizar la salud.

Planteó que el discurso del presidente Abinader no fue para el 46% de la población compuesto por madres solteras, por ser el que más sufre con el deterioro de las escuelas públicas, las estancias infantiles, las subidas de precios y la drástica reducción de las ayudas sociales.  De igual forma los adultos mayores, las personas con discapacidades ni  los jóvenes como los más afectados por la reducción de empleos formales.

“Ni a los productores del campo, que han vivido un año de pesadilla porque el gobierno les ha quitado las maquinarias y equipos del desmontado programa presidencial de Visitas Sorpresas”, acotó Juan Ariel Jiménez.

Especificó que sobre los hombres de la clase media es que se carga con los alquileres, el diferencial de los combustibles y demás aumentos de precios en bienes y servicios.

Los conceptos están plasmados en el documento leído en rueda de prensa por Juan Ariel Jiménez en compañía de los miembros de la dirección política peledeísta Cristina Lizardo y Johnny Pujols del Comité Político, miembros del Comité Central, titulares de secretarías y legisladores.

A continuación Diariodominicano.com publica el documento de la posición fijada por el PLD ante el discurso de rendición de cuentos del presidente Luis Abinader:

Juan Ariel Jiménez
DECLARACIÓN PLD 27 FEB 2021

Señoras y señores:


En esta fecha solemne, conmemoramos con patriotismo el día de la independencia, y al mismo tiempo atendemos respetuosamente la rendición de cuentas del presidente.


En primer lugar, queremos resaltar que el PLD, como líder de la oposición, está y
estará siempre del lado de los intereses de la gente y a favor de todas las medidas que lleve a cabo este gobierno en pro del bien común.


Sin embargo, hoy la gente estaba esperando del Presidente una respuesta
empática, clara y directa sobre los problemas más graves del día a día.
Esperábamos respuestas a preguntas que todos nos hacemos:
¿Qué harán con respecto al alza descontrolada de los precios de la canasta básica y al aumento imparable de los combustibles?


¿Qué harán con el alza constante de la inseguridad, con la falta de empleo y
oportunidades, con los bajos salarios?


¿En qué forma van a aliviar el peso que cargan las familias para pagar su vivienda,
para darle educación a sus hijos o para garantizar la salud?


En su rendición de cuentas se espera que el Presidente le hable al país entero, sin embargo, hoy hubo millones de personas a las que Abinader, no les habló.
El presidente no habló para el 46% de los hogares de este país, que están compuestos por madres solteras, el colectivo que más sufre con el deterioro de las escuelas públicas, de las estancias infantiles y, por supuesto, con la subida de precios y la reducción drástica de las ayudas sociales.

El presidente tampoco le habló a la clase media, que paga alquileres más caros,
combustibles más caros y servicios más caros.
En ningún momento mencionó a nuestros adultos mayores ni a las personas con
discapacidad.


Tampoco le habló a los jóvenes, que son los que más empleos formales han perdido, ni a los productores del campo, que han vivido un año de pesadilla porque el gobierno les ha quitado las maquinarias y equipos de las visitas sorpresas, y por el aumento de las importaciones y de los precios de los insumos agropecuarios.
El presidente no le habló a los micro y pequeños empresarios que luchan diariamente por salir adelante.


Y decimos que no les habló porque, según escuchamos, parecería que el Presidente
no se ha dado cuenta de cómo ha empeorado su situación en los últimos 18 meses.
Sin embargo, para todos esos sectores y para muchos otros que estuvieron ausentes del discurso de Abinader, el PLD sí tiene un mensaje de esperanza y de futuro.


Desde el PLD queremos hacer una política responsable, constructiva, basada en
propuestas y soluciones.
Pero para eso, en primer lugar, el pueblo dominicano merece conocer la verdad de lo que está ocurriendo en el país, y merece un informe que sí se identifique con su
realidad, con lo que viven día a día.


Comencemos hablando de lo que todo el mundo habla, de lo que de verdad importa: la subida de los precios.
El Presidente Abinader prometió en campaña “que a su llegada al gobierno los precios de la canasta básica se reducirían un 30%”.
Por el contrario, desde su llegada, el precio de la canasta básica ha pasado de 36,083 a 40,547 pesos. Es decir, el arroz está más caro, las habichuelas están más caras, la carne está más cara, hasta el café del desayuno está más caro.
Pero no solo la comida ha subido, también las medicinas, los combustibles, los
materiales de construcción… Todo anda por las nubes.

Ante esta realidad, la respuesta del gobierno ha sido, sencillamente, justificarse con la situación internacional y dejar que la gente cargue con las consecuencias. Y, aunque como partido responsable reconocemos el difícil panorama internacional, lo que no podemos aceptar es que la República Dominicana sea el 4to país de América Latina con mayor aumento de precios, solo superado por Venezuela, Argentina y Brasil.

El pueblo merece saber la verdad que 7 de cada 10 países en el mundo tuvieron menor inflación que la República Dominicana.
Tenemos que preguntarnos ¿Qué ha hecho el gobierno para ayudar a las familias
dominicanas en el peor momento?
Analicemos los hechos.
En primer lugar, en el peor momento, el gobierno eliminó todos los programas
sociales destinados a amortiguar los efectos de la crisis. No podemos olvidar,
como parece haberlo hecho el presidente, que el 2021 fue el año en que se retiraron
los programas Fase I, Fase II, Pa’ Ti y Quédate en casa, que el PLD estableció para
ayudar a las familias a salir adelante. Con la eliminación a destiempo de estos
programas, la familia dominicana perdió en promedio 3,400 pesos mensuales, mientras los precios iban aumentando.


También el 2021 fue el año en que empezaron a eliminar subsidios como el de la
electricidad, y han amenazado también con eliminar el subsidio a los combustibles,
que siguen subiendo semanalmente, a pesar del compromiso hecho hace un año de
someter la modificación de la ley de hidrocarburos, para cambiar la famosa fórmula y con eso evitar el aumento en los precios.


Por si fuera poco, en medio del descontrol de los precios y de los rebrotes de la
pandemia, eliminaron las pruebas PCR gratuitas en los laboratorios, dejando al
dominicano solo en la lucha contra el COVID. Al mismo tiempo, paradójicamente, le
ofrecían cobertura de salud a los turistas.
Es decir, abandonaron a las familias dominicanas, aún cuando había y hay mucho
dinero en las arcas del Estado.

Nos llama la atención que en la rendición de cuentas no se explicó en qué han usado
los 8,522 millones de dólares que tomaron en préstamos el año pasado, ni los más de 3 mil millones que ya han tomado este año.

Se justifican con la pandemia, pero sus propios números muestran que apenas 1,810
millones de dólares se usaron en programas de ayuda social y 536 millones en
recursos de salud para el COVID.


Nos preguntamos entonces: ¿ha mejorado la salud con todo este endeudamiento?
La respuesta es no. Solo el año pasado la mortalidad materna ha aumentado un 23.7% en 2021 comparado con el año anterior, mientras que la mortalidad infantil ha aumentado 20.6%. Y lamentablemente este año la mortalidad materna e infantil sigue en aumento.


También empeoraron las cifras de otras enfermedades como el tétanos y la
leptospirosis, ambas en torno a un 37% más altas y se produjo un preocupante brote de difteria. Recordemos que todas estas son enfermedades que afectan principalmente a los niños y niñas de menos recursos.


Y qué decir de los pacientes de alto costo, que han sido abandonados por el gobierno y
no pueden recibir cada día el tratamiento que les salva la vida.
Nos preguntamos: ¿ha mejorado la seguridad ciudadana con todo este
endeudamiento?
La respuesta es no. El número de homicidios entre enero y septiembre 2021 aumentó
un 19% en comparación con el año anterior.
Los robos y asaltos siguen creciendo.
El número de feminicidios y de casos de violencia doméstica también se ha disparado.
El servicio de atención a emergencias 911 se ha deteriorado y también el de asistencia
vial.
El presidente Abinader lo sabe, por eso solo se atrevió a dar cifras de un municipio y a
hablar de “percepciones”, y no de estadísticas de país.
Mirando los resultados de 2021, nos preguntamos: ¿ha mejorado la educación con todo
este endeudamiento?
La respuesta es no.
Mantuvieron las aulas cerradas, los estudiantes sin acceso a la educación y sin
alimentación escolar adecuada y a las madres solteras sin opciones de dónde dejar sus
hijos mientras trabajan. Pero claro, era más importante tener los bares y discotecas
abiertos, que tener a los estudiantes aprendiendo en las aulas.

Los estudiantes de escasos recursos tuvieron que buscar la forma de seguir las clases
por radio o televisión, claramente inefectiva, lo que llevó a una deserción escolar sin
precedentes. Es decir, más niños y niñas en la calle.
Hablemos también del escándalo del INABIE, que ha hecho de la alimentación de los
niños del país una piñata para el PRM.
Este gobierno, el gobierno de Luis Abinader, tiene el triste honor de haber visto
interrumpida por primera vez la alimentación de los estudiantes durante varios días
este año, y en algunos casos todavía no llegan por eliminar el programa de
alimentación escolar fronterizo y rural. Algo que no había ocurrido nunca desde que se
implementó la tanda extendida, ni siquiera en los peores momentos de la pandemia.
Como podemos ver, en la rendición de cuentas de 2021 hay muy poco que exhibir, solo
retrocesos en el costo de vida, en salud, en educación, en seguridad ciudadana, en
vivienda, en transporte. De hecho, en las consultas a la población, por primera vez en
muchos años, volvió a aparecer la palabra HAMBRE.
Ante esta situación, uno no puede dejar de preguntarse ¿Se mantendrá el gobierno
echándole la culpa a otros y dejando a la población sola enfrentando los problemas?
Por supuesto, en su discurso al Congreso y al país, hoy el Presidente Abinader hizo un
rosario de promesas. Escuchándole parecería a veces que sigue en campaña, ajeno a
la realidad de que ya es Presidente y su obligación es rendir cuentas.
Pero, además, cabe preguntarse, ¿Cómo podemos creer en su palabra y en sus
compromisos para los próximos años, si aún no ha cumplido con la mayoría de
los que hizo el año pasado?
¿Cómo podemos confiar en que hará lo que dice, si hemos visto una y otra vez cómo
da marcha atrás a sus decisiones y cómo sus planes se quedan en papel?
¿Cómo creer en un presidente que dice haber cumplido el 90 por ciento de sus
promesas y que, sólo en ejecución de obras, tiene más del 64% de lo que prometió el
año pasado sin comenzar? Un presidente que no ha sometido ninguna de las leyes que
prometió al congreso ni tampoco ha puesto en marcha las reformas estructurales de las
que habla?
Recordemos sólo algunas promesas del discurso pasado que no han ocurrido.
El 27 de febrero del año pasado anunció que construiría 45,000 viviendas y que en un solo año, 2021, estaría, cito: “construyendo más del 10% de todo lo que se ha

construido en casi 60 años, y más de lo que se ha construido de manera acumulada en
los últimos 13 años”.
¿Dónde están esas viviendas? ¿Cuántas se han entregado a un año de esa promesa?
Hasta el momento, menos del 5%. Hace poco la prensa señalaba que se han
entregado 95 viviendas y, por si fuera poco, se han detenido proyectos emblemáticos
como Ciudad Juan Bosch.
En su primer discurso del 27 de febrero, el presidente prometió que sometería al
Congreso de la República, un anteproyecto de ley orgánica integral para combatir la
violencia de género.
Han pasado doce meses desde entonces y esa ley no ha pasado por las cámaras
legislativas.
Mientras tanto, los casos de feminicidio han aumentado de manera alarmante, pasando
de 39 casos en enero-septiembre 2020 a 62 en enero-septiembre 2021.

El presidente también prometió una “reforma fiscal justa y equilibrada” pero, tras dar
marcha atrás por falta de apoyo, se han tratado de pasar “bajo la mesa” nuevos
impuestos, que gravan directamente a la sufrida clase media dominicana.
Primero intentaron poner impuesto al salario de navidad y a las compras por internet,
luego intentaron enviar una reforma fiscal que ponía ITBIS hasta a los servicios
funerarios. Y este mismo mes han tratado de poner impuestos a las plataformas
digitales.
El presidente prometió 464 obras por valor de 70,000 millones de pesos en todo el
territorio nacional. Pero lo cierto es que 7 de cada 10 obras que prometió, aún no se
han comenzado. Oígase bien: 7 de cada 10, sin hacer!
Esto es tan cierto, que hoy lo escuchamos de nuevo prometer una larga lista de obras
que ya había mencionado el año pasado. Tanto en infraestructuras como en la
renovación del transporte, el presidente repitió párrafos enteros con lo que ya había
dicho que haría hace un año!
Pero no termina aquí la lista de promesas sin cumplir. Lo mismo ocurrió con el salario
mínimo de 500 dólares en la policía, con los programas de incentivos fiscales a
empresas para que contraten jóvenes, con el ecosistema digital de Dominicana Valley
en Puerto Plata y con los estudios de cine que hoy volvió a prometer, aunque ya estaba
en su discurso del año pasado.


Como primer partido de oposición, no podemos dejar de lado que hoy día la familia
dominicana vive uno de los momentos más difíciles, por el abandono de un gobierno
que se ha olvidado de la clase media y de los más necesitados.
Esa es la realidad. Los han dejado solos. Y los han dejado solos porque ellos, este
gobierno de ricos, no cree en lo público y no lo valoran. Un plan que quieren disfrazar
de eficiencia, pero que no es otra cosa que privatizar lo público, hacer fideicomisos
hasta para manejar la policía o alianzas público privadas hasta para manejar los
precios. En resumen, abandonar a los más pobres a su suerte y beneficiar a unos
pocos amigos.
A ellos no les importa si una madre se ahorraba antes 8.500 pesos al mes porque tenía
a su hijo en una estancia infantil y ahora no sabe cómo llegar a fin de mes.
No están pensando en como una familia humilde el pasaje o la pastilla de la presión de
la abuela, que sigue subiendo mes tras mes.
Ese es su proyecto. Ir arrebatándole poco a poco a la gente la esperanza, el futuro, las
conquistas que con tanto esfuerzo fueron logrando, día tras día, año tras año.
Pero no lo van a lograr. Porque el pueblo dominicano no se lo va a permitir.
Señoras y señores,
Invitamos al Presidente y a su gobierno a hacer un ejercicio de sinceridad con el pueblo
dominicano y a enderezar de una vez por todas su rumbo.
Es el momento de dejar de lado el populismo y las excusas.
Es el momento de invertir más en las familias, en su bienestar y no de seguir
destinando cifras astronómicas a un aparato de mercadeo y publicidad, que nunca
podrá sustituir a los resultados de una gestión eficiente.
Con la crisis en Ucrania y las consecuencias que esto pueda traer a la economía
mundial y dominicana, ahora más que nunca, es el momento de trabajar unidos.
Por eso, le expresamos a la población nuestra disposición de colaborar con esta
administración y con los distintos sectores de la sociedad en la búsqueda de soluciones
y en el desarrollo de iniciativas que nos ayuden, como sociedad, a enfrentar los retos
que tenemos por delante.
Como muestra de ello, en los próximos días nuestros legisladores estarán presentando
una serie de resoluciones y anteproyectos de ley para sortear estas dificultades.

Asimismo, nuestras secretarías estarán realizando propuestas que se darán a conocer
a la población, con el fin de ejercer una política centrada en la gente, como merece el
pueblo dominicano.
Seremos una oposición responsable y propositiva, pero también firme y rigurosa, por el
bien del país, por el bien de todos.
En definitiva, nos mantendremos siempre al lado del pueblo dominicano, defendiendo
sus derechos y protegiendo sus conquistas.
Muchas gracias!

SECRETARÍA DE COMUNICACIONES

27 DE FEBRERO, 2022