Por Héctor Tineo Nolasco
Diariodominicano.com
SANTO DOMINGO, RD, el 22 de febrero de 1863, la Monarquía de España dispuso que en la República Dominicana, sólo se permita la práctica como credo de la religión católica.
La medida fue adoptada luego de que la Monarquía recibió un informe de su nuevo Arzobispo en Santo Domingo, Bienvenido Monzón Martín, quien había sido Obispo de Teruel y Obispo Auxiliar electo de Toledo, España.
La medida tuvo como objetivo evitar la práctica en el Gobierno de la Anexión, del protestantismo y la difusión de la masonería.
El 1 de enero de 1863, el nuevo Arzobispo de Santo Domingo, había publicado una Carta Pastoral en la que trazó los lineamientos de su plan apostólico.
El Obispo Bienvenido Monzón Martín estaba preocupado por la difusión en Santo Domingo de la masonería y el protestantismo, así como “los matrimonios ilegítimos”: los amancebados y los matrimonios civiles.
La medida fue adoptada a pesar de que la Logia Masónica de Santo Domingo había cerrado sus puertas el 6 de septiembre de 1862.
La República Dominicana había sido anexada a España por el Gobierno del Presidente Pedro Santana, en 1861. En la Isabela, en la hoy provincia Puerto Plata, en su región norte, durante el período colonial, fue oficiada la primera misa en el Continente Americano.
En efecto, el 6 de enero de 1494, fue oficiada en la Isabela, Puerto Plata, la primera misa en América. El acto fue oficiado por el sacerdote Bernardo Boil, quien formó parte de la comitiva del segundo viaje de Cristóbal Colón.
Bernardo Boil, por instrucciones de los reyes de España, que obedecían a una petición del Papa Alejandro VI, tenía la misión de evangelizar a los aborígenes.
La primera misa en América fue oficiada en una capilla que se improvisó con ocasión de la fundación de la Isabela, el primer pueblo organizado en el Continente Americano por los colonizadores.
El 3 de mayo de 1493, el Papa Alejandro VI, por medio de las bulas Eximiae devotionis e Inter cetera, ordenó a los reyes españoles, bajo santa obediencia, que se preocupasen de la evangelización de los indígenas.
El segundo viaje de Cristóbal Colón al Continente Americano se inició el 25 de septiembre de 1493, con 20 naves cargadas de animales, plantas, semillas, alimentos y mil 500 personas.
El mayor número era de soldados y los demás burócratas, artesanos, campesinos y misioneros.
El sacerdote Bernardo Boil había sido presentado por los reyes de España al Papa y estaba avalado por el nombramiento de Legado Pontificio en las nuevas tierras, con la misión de instruir a los indígenas.
Acompañaron a Boil el lego jerónimo Ramón Pané, el mercedario Juan Infante, y los franciscanos sacerdote Rodrigo Pérez, y los legos Juan de Ledeule y Juan Tisim.
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