Lo bueno, y lo malo
Por Fernando A. De León
Lo bueno de la presente jornada de protestas es observar que todavía tenemos una juventud sensible que reclama sus derechos. Lo malo es que sí visten de luto ahora por la agonía de la democracia; tememos que ese duelo será sempiterno, es decir, cada cuatro años.
Es bueno el comprobar que toda la juventud no es viciosa ni distraída en asuntos banales, pero es preciso señalar que si protestan por la suspensión de las elecciones municipales, y reclaman justicia y democracia; a su lado, luchan por sus intereses, Leonel Fernández y sus huestes.
Y, esto es malo. Fernández y su grupo son los pioneros de la corrupción de estos últimos 20 años. Por algo el presunto narcotraficante, Diosdado Cabello, hoy figura de principalía en el poder venezolano, apoya la actual disidencia que él encabeza. Prohibido olvidar; que es muy malo.
La creatividad de esta juventud dominicana y lo programado de sus ordenadas manifestaciones, es bueno. Lo malo de esto es que le hacen el juego a los desmanes de un neoliberal anti-demócrata con aires mesiánicos, experto en marrullerías y en instalar Altas Cortes, para favorecer que queden impunes los actos de corrupción.
Es bueno el despertar de las juventudes; pero tal parece que aunque tengan conocimientos tecnológicos son «analfabetos cultos», contrario a la de nuestros tiempos, se dejan manejar y no saben distinguir sobre cuáles son sus enemigos. Los que por llegar al poder como obedeciendo a un gen recesivo de su hontanar, hasta convocan a oficiales militares y de la policía con trayectoria abusadora y criminal. Los mismos que les reprimirán sus derechos.
Aunque es bueno darle un espaldarazo a estos muchachos en sus protestas, deberían orientarse en que hay un gestor que dirige estos movimientos que se torna obseso compulsivo por llegar al poder y, luego de su fracaso en las primarias del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) en el pasado octubre, debido a un efecto post-traumático, por llegar al poder, es capaz de crear un mayúsculo caos. Y eso es malo.
En fin, es bueno que la juventud se sacuda y proteste, pero es bueno que recreen nuestras paremias o refranes: «un clavo saca otro clavo, o se quedan los dos». Eso es malo. Que se orienten sobre aquello de que no es bueno salir de «Guatemala, para guatapeor». Leonel es capaz hasta de infectar al Partido Revolucionario Moderno (PRM). Y eso también es malo.
El autor es periodista, miembro del CDP en Nueva York, donde reside.
2020-02-23 14:57:44
