(archivo)
Por Héctor Tineo Nolasco
Diariodominicano.com
SANTO DOMINGO, el 4 de febrero de 1928, llegó a la ciudad de Santo Domingo, el piloto estadounidense Charles A. Lindbergh, el más reconocido en aquel momento, porque solo y a bordo de un avión monomotor, realizó en mayo de 1927 una hazaña que lo convirtió en una especie de héroe, al ser el primer pilotoquecruzó el Océano Atlántico sin escalas.
Charles A, Lindbergh vino a la República Dominicana en una visita de buena vecindad.
Antes de cruzar el océano Atlántico en la pequeña aeronave, Charles A. Lindbergh era un simple un piloto de correos que trasladaba correspondencias entre las ciudades de Saint Louis y Chicago.
Había nacido en 1902 en Detroit, Michigan, y desde la adolescencia se destacó por su carácter intrépido y sus aptitudes para la mecánica.
Primero piloteó un Curtiss Jenny, sobrante de guerra, un bimotor, y luego de un año de hacer vuelos acrobáticos, entró a una escuela militar de aviación y recibió su acreditación como piloto en 1925.
Lindbergh aceptó el reto de cruzar el Atlántico sin escalas porque se le prometió un premio de $25.000 dólares.
Despegó de Nueva York a bordo del Espíritu de Saint Louis (como se llamaba la aeronave) y aterrizó en París tras recorrer 5.760 kilómetros en un vuelo de 33 horas y media.
Su celebridad surgió en el acto. Cuando regresó de Europa, lo esperaban en su casa 3,5 millones de cartas y telegramas, algunos de los cuales incluían poemas, propuestas de trabajo y hasta de matrimonio.
El Aguila Solitaria, como se le empezó a conocer, Charles Lindbergh se casó en diciembre de 1927 con Anne Spencer Morrow.
Perdieron a su primer hijo en uno de los crímenes más sonados de la historia estadounidense: en 1932, el pequeño de 1 año y 8 meses dormía en su casa cuando fue secuestrado y luego asesinado. Su cuerpo apareció diez meses más tarde.
El piloto Charles Lindbergh murió en 1974 tras varios años de compromiso con la causa de la defensa ambiental.