AMA SIEMPRE PARA QUE EL MUNDO CAMBIE
Tan importante como dejarse seducir,
es obrar en conciencia con lo que soy;
un ser en camino dispuesto a no ser
nada más que un sentimiento de paso,
un pasaje bíblico del verso de Dios,
una actitud en perenne movimiento,
en permanente búsqueda de sí mismo,
gentil a perdonarse, donarse, quererse.
Me apedrea esta atmósfera mundana,
que amortaja vidas sin piedad alguna,
que cubre de oscuridades el amanecer,
que encubre engaños y oculta certezas,
que ahuyenta y no aproxima corazones,
que aísla, repele, y tampoco hace piña,
que se encumbra para sí, y se endiosa.
Siempre se repite la misma historia,
nos creemos dueños y somos siervos,
nos pensamos grandes y somos nada,
nos forjamos héroes y somos cobardes,
nos imaginamos luz y somos sombra,
nos soñamos y somos viva realidad,
una realidad que nos remite al Creador,
y un sueño que nos invita a ser poetas.
La conmoción me dice que soy amor,
y que venerar es un deseo innato,
que me transforma y me trasciende,
en ese mirarse en los demás,
y en ese verse juntos haciendo poesía,
tejiendo sueños, trenzando ideas,
pues cuanto más se ama, mejor
se está; y, cuanto menos, más se sufre.
Retorne la pasión a nosotros cada día,
para volver a la mística del alma,
guardémonos a coexistir en comunión,
resguardémonos a la pujanza del sol,
que una vez regenerados, creceremos,
pues un buen morar consiste en darse.
Quien resiste, siempre se esperanza,
y le asiste la capacidad de engrandecerse.
Víctor Corcoba Herrero
corcoba@telefonica.net
2 de marzo de 2019.-
2019-03-02 15:07:04